TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA MUSEOGRAFÍA
La cueva de Altamira puede ser visitada sin salir de Madrid. El Museo Arqueológico Nacional dispone de una recreación de la cavidad natural que alberga uno de los signos pictóricos y artísticos más importantes de la prehistoria, en la que puedes sentirte protagonista.
Una fila de pantallas a lo largo de la cueva colocadas boca arriba, reflejan in situ como están siendo dibujadas las figuras, todo ello acompañado del sonido de las tizas que van trazando las rocas y las gotas de agua que van dejando su eco.
La museografía se ha apoyado en el uso de las nuevas tecnologías para potenciar la experiencia en los museos, se ha transformado el modo de observar, descubrir y conocer el mundo anterior que albergan dentro, en ocasiones muy alejados de la era actual dominada por la informática, la música y los medios de comunicación, pero presentándolo precisamente a través de ésta.
El Museo Arqueológico Nacional pone al alcance de sus visitantes un sinfín de recursos tecnológicos, que van desde la inclusión de un código electrónico en la entrada para pasar los tornos hasta tablets que sirven de guía, convirtiéndolo menos, en un lugar de conservación, protección y exposición y más, en un lugar donde se puede sentir y revivir momentos de una época anterior. La tecnología se presenta como un aliado para potenciar las emociones.
Entrar a la exposición permanente del Arqueológico es acceder al mundo, y así lo representan múltiples pantallas colocadas juntas en relieve, en donde se proyecta la historia universal, desde la prehistoria hasta la actualidad. Las imágenes y los audios activan los sentidos de los visitantes, motivándolos. A partir de este momento se pasa de la simple observación a la interacción, fomentada en las diferentes salas a través de audios y vídeos en pantallas informativas y táctiles durante todo el recorrido.
Las audio guías tradicionales han sido remplazadas por los dispositivos portátiles. La información sobre la exposición se presenta en texto, imagen, audio y sonido a través de una Tablet que hace de guía multimedia, por un coste de 2€; o bien de forma gratuita a través de una aplicación (APP MAN) con contenido similar, que puede ser descargada por cualquier persona utilizando su conexión a internet o en las zonas WIFI del museo.
Ir al Arqueológico es toda una experiencia porque éste estimula el pensamiento de sus visitantes de forma creativa, construyendo una relación positiva. El museo emplea la tecnología como si de una campaña de marketing experiencial se tratara, logra conseguir un impacto relevante en sus visitantes mostrándoles “el mundo maravilloso del que forman parte” y con el que, consecuentemente, se identifican e interactúan al mismo tiempo que adquieren conocimientos. Unos conocimientos que les acompañarán el resto de sus vidas.
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