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Madrid, 11 de febrero de 2021

Los resultados del estudio “Recovery” de la Universidad de Oxford- bajo embargo hasta hoy- determinan que el tocilizumab reduce el número de muertes por Covid-19 en pacientes ingresados con pronóstico grave. El estudio revela que el fármaco antiinflamatorio, también disminuye el tiempo de hospitalización y el riesgo de necesitar un respirador.

(Fotografía: Centro de Documentación Europea)

El tocilizumab se añadió al estudio “Recovery” (Randomised Evaluation of Covid-19 Therapy) en abril del pasado año 2020. El fármaco intravenoso era- hasta el momento- empleado para el tratamiento de la artritis reumatoide.

El estudio, analiza el tratamiento de 2022 pacientes elegidos aleatoriamente para recibir tocilizumab en comparación con 2094 pacientes- también asignados de manera aleatoria- para recibir el tratamiento habitual sin el fármaco intravenoso. El estudio apunta que, de manera complementaria, al 82% de los pacientes del estudio se les suministró esteroide sistémico como la dexametasona.

“El tratamiento con tocilizumab redujo significativamente las muertes: 596 pacientes (29%) de los tratados con tocilizumab murieron dentro de los 28 días en comparación con los 694 pacientes (33%) que lo hicieron en el grupo de atención habitual”. El tratamiento con tocilizumab también aumentó la probabilidad de ser dado de alta con vida en 28 días del 47% al 54%. Los resultados arrojan que “por cada 25 pacientes tratados con tocilizumab, se salvaría una vida más”- sostiene el informe del estudio.

Unos resultados que expertos como el profesor de Enfermades Infecciosas en la Universidad de Oxford, Peter Corby, califican como “impresionantes”, “ahora sabemos que los beneficios de tocilizumab se extienden a todos los pacientes con COVID con bajos niveles de oxígeno e inflamación significativa. El doble impacto de la dexametasona más tocilizumab es impresionante y muy bienvenido". “El ensayo muestra claramente los beneficios del tocilizumab y la dexametasona para abordar los peores consecuencias del COVID-19: mejorar la supervivencia, acortar la estancia hospitalaria y reducir la necesidad para ventiladores mecánicos. Usado en combinación, el impacto es sustancial. Esta es una buena noticia para pacientes y buenas noticias para los servicios de salud”- afirma por su parte el profesor de Medicina y Epidemiología en la Universidad de Oxford, Martin Landray.

Las conclusiones del estudio pueden leerse aquí.