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Madrid, 15 de marzo de 2021

El científico y profesor de la Universidad de Hong Kong, Beeny Zee, ha desarrollado un método que emplea aprendizaje automático y la inteligencia artificial para detectar el autismo o el riesgo de padecerlo a través de un examen de retina niños de tan solo seis años. Las conclusiones obtenidas en el estudio se han obligado en EClinicalMedicine. La intención del científico es lanzar un producto al mercado a lo largo de este año.

Fuente: Aleksander Solum

“El escaneo ocular de la retina puede ayudar a mejorar la detección temprana y los resultados del tratamiento para los niños. La importancia de iniciar una intervención temprana es que todavía están creciendo, todavía se están desarrollando. Así que hay una mayor posibilidad de éxito” -sostiene Zee-.

Para la verificación de su método, el científico, ha examinado con su escaneo específico- que emplea una cámara de alta resolución con un novedoso software informático que analiza una combinación de factores, incluidas las capas de fibras y los vasos sanguíneos del ojo- a un grupo de 70 niños. 46 de ellos con autismo y un grupo de 24 de control. La tecnología de Zee diagnosticó correctamente al 95,7% de los niños pertenecientes al grupo con autismo. La edad media de los niños examinados ronda los trece años. La edad mínima entre los participantes se sitúa en los seis años.

Los especialistas en Trastorno de Esprecto Autista, han celebrado los resultados de Zee. Sin embargo, destacan también la reticencia de muchos padres a acceder a según que pruebas diagnósticas; y que- sostienen- sobre el autismo todavía pesa un “tabú”. “Muchas veces, los padres inicialmente se negarán. Si tuviera una prueba médica o un marcador biológico como este, podría facilitar que los padres no se negaran durante períodos más largos y, por lo tanto, el niño recibiría tratamiento más rápidamente”- afirma Caleb Knight, doctor especialista en autismo que- además- dirige un centro privado de terapia para dicho trastorno.

Zee sostiene que su método está concebido para ser una “herramienta complementaria” a las evaluaciones realizadas por los profesionales correspondientes.