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Madrid, 13 de marzo de 2022

El FC Barcelona se abona a los cuatro goles con Xavi, consigue su cuarta victoria consecutiva en La Liga y ya mira con deseo la segunda plaza del campeonato. Dembelé volvió a dar un espectáculo de desborde, pases y asistencias. Marcaron Ferrán Torres por partida doble, Aubameyang y Riqui Puig puso la guinda de la goleada con un gol exquisito, a la altura de lo que fue el juego de los azulgranas. Inyección de moral para el equipo de Xavi Hernández de cara al vital choque de Europa League y al Clásico del próximo fin de semana.

Los jugadores del FC Barcelona celebran el tercer tanto, anotado por Aubameyang (Fuente: Mundo Deportivo)

Hay gente que piensa que las relaciones de amor y odio son las mejores, es lo que le pasa al FC Barcelona con Ousmane Dembelé. Parece que el francés estaba esperando a tener pie y medio fuera del club para empezar a demostrar, en su quinta temporada, la clase de jugador que es y de lo que es capaz. Para alegría (o decepción) de los aficionados culés, el “mosquito” está resultando ser decisivo esta temporada para su equipo.

Xavi ya avisó en la previa del partido que marcar pronto ante equipos de férrea defensa y rápido repliegue resulta decisivo. El Barça pecó de falta de gol en el partido ante el Galatasaray y no quiso repetir el error este domingo ante Osasuna. Dicho y hecho, esta vez los culés no dejaron respirar al rival y en menos de 30 minutos el marcador ya reflejaba un abrumador 3-0. El técnico de Tarrasa cambió la mitad del equipo con respecto al anterior partido de Europa League y se notó este aire fresco.

Los dos primeros goles fueron obra de Ferrán, que parece que empieza a ganar peso tanto en el juego de su equipo como en los resultados de los partidos. El primero de penalti, después de que Nacho Vidal arroyara a Gavi dentro del área; el segundo, solo siete minutos después, batiendo por debajo de las piernas a Sergio Herrera tras una asistencia asombrosa de Dembelé.

El Osasuna ni siquiera se había aproximado al área de Ter Stegen cuando en el minuto 27, con Dembelé volviendo a sacar la varita mágica, Aubameyang conseguía el tercer tanto culé. Sexto gol para el gabonés, que parece haber caído de pie en can Barça y que a veces recuerda al delantero que hace no tanto maravilló a Europa. Osasuna, normalmente un visitante incómodo y correoso, no era más que un juguete en manos de un Barça que, al ritmo de los Pedri, Gavi, Dembelé o Busquets, cuajó una de las mejores primeras partes de la temporada, algo que ya viene siendo habitual desde la llegada de Xavi, cuyas ganas de volver a hacer al Barça grande de nuevo se comienzan a ver plasmadas en los resultados y sobre todo en el fútbol exhibido. Solo a partir del 3-0 el equipo de Jaboba Arrasate comenzaría a asomar la cabeza, pero con poco fútbol y aun menos ocasiones. El Barça dominó de cabo a rabo la primera mitad, con un fútbol dinámico y completando una decena de remates antes del descanso.

Arrasate introdujo tres cambios para la segunda parte con el objetivo de frenar la sangría de goles y así fue, el Barça siguió dominando, pero la goleada no fue de escándalo como auguraban los primeros 45 minutos. Piqué volvió a batir a Herrera durante los minutos iniciales de la segunda mitad, pero De Burgos Bengoetxea anuló el tanto por fuera de juego.

Las ocasiones se sucedían para el equipo azulgrana, Aubameyang estuvo a punto de conseguir el doblete y Dembelé casi firma una noche perfecta si Sergio Herrera no hubiera desviado a córner su zapatazo con pierna izquierda, después de una gran jugada personal del extremo francés. El cuarto y último tanto no llegó hasta el último cuarto de hora de partido y fue obra de Riqui Puig. El canterano, que apenas cuenta para Xavi, se reivindicó con un excelente gol, de sangre fría, y con un buen juego desplegado durante los 17 minutos que estuvo sobre el césped. Nuevo pase de Dembelé, de esos que hacen daño a la defensa rival, y disparo desde la frontal de Riqui que para Herrera, pero es el propio canterano culé el que recoge el rechace para dejar sentado al portero de Burgos, volver a recortar a un defensa y conseguir el cuarto tanto con extrema parsimonia. El Barça no bajó el ritmo en los minutos que quedaban, pero el resultado no se movió.

Cuarta victoria consecutiva en La Liga para los azulgranas, que ya miran de reojo la segunda plaza del Sevilla, a cinco puntos y con un partido más que el equipo culé. La próxima jornada, el Barça medirá su buen momento de forma visitando el Bernabéu.