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Madrid, 23 de abril de 2022

El Betis se alzó con su cuarto trofeo de Copa del Rey en su historia tras vencer al Valencia en la final disputada en el Estadio de La Cartuja, gracias al gol de Miranda en la tanda de penaltis tras el empate de ambos equipos en la prórroga. Borja Iglesias marcó el gol inicial para los béticos, contrarrestado minutos después por Hugo Duro, que puso el empate con el que se llegaría al final de los 120 minutos. Ambos equipos nos brindaron un gran partido, igualado y con alternativas, que cualquiera de los dos se habría podido llevar. Desde la temporada 97/98 la final de la Copa del Rey no se decidía a penaltis (victoria del FC Barcelona sobre el Mallorca).

Los jugadores del Real Betis, con Joaquín a la cabeza, celebran el título de Copa del Rey. (Fuente: Diario AS)

La fiesta del fútbol español volvió un año más con un ambiente especial, primero por el regreso de los hinchas a las gradas tras dos finales a puerta vacía; segundo, por la presencia de dos equipos que no solían estar acostumbrados en los últimos años a disputar partidos de esta envergadura. Los jugadores no fallaron a sus aficiones y se dejaron todo sobre el terreno de juego durante 120 minutos de puro fútbol: una primera parte de goles (Borja Iglesias y Hugo Duro), una segunda parte de alternativas, una prórroga de desgaste y, por último, la traca final de los penaltis que coronó al equipo de Manuel Pellegrini.

El partido comenzó como se esperaba, un Betis llevando la iniciativa ante un Valencia que esperó atrás y que buscaba las salidas rápidas por mediación de Guedes y Hugo Duro. Pero el primero en llevarse el gato al agua fue el equipo verdiblanco, gracias a un gran gol de cabeza de Borja Iglesias (min. 12), máximo goleador de la competición. Buena asociación entre Fekir y Bellerín para que el lateral pusiera un centro medido a la cabeza del “Panda” que se fue para dentro en una de las primeras acciones de peligro del partido. El Betis continuó generando peligro aprovechando la confianza del tanto inicial y a punto estuvo de aumentar su ventaja si Juanmi, en una jugada muy parecida a la del primer gol, pero por la otra banda, hubiera conectado su remate de cabeza hacia la portería.

El Valencia sufría y fue cuando peor lo estaba pasando el equipo de Bordalás cuando llegó el empate de los ‘ché’, pase de Carlos Soler para Illaix Moriba (ayer titular contra pronóstico), exquisito pase entre líneas del excanterano blaugrana para Hugo Duro, quien se plantó solo ante Claudio Bravo para batirle con una sutil vaselina, logrando la igualada en el minuto 29.

Tras el descanso el Valencia salió mejor, confiando en su juego, dejando jugar al Betis, pero soltando zarpazos que hacían dudar a los verdiblancos. Uno de estos zarpazos llegó en forma de triple ocasión para los de Bordalás, rechace de Claudio Bravo a un centro de Foulquier envenenado, pared entre Gayá y Guedes que a punto estuvo de meter para dentro Hugo Duro y un remate franco de Illaix Moriba a pase de Carlos Soler que el centrocampista falló a boca de gol. Pero el Betis, con Joaquín ya en el campo, volvió a tomar la iniciativa del juego y de las ocasiones, algo que mantendría hasta el final del partido. Gran disparo de Juanmi desde fuera del área que se estrelló en el palo (ya había enviado Canales un balón a la madera en la primera mitad) y una ocasión de Fekir que detuvo el meta georgiano Mamardashvili.

El partido llegó a la prórroga, que solo sirvió para cargar de cansancio las piernas de los jugadores de ambos equipos, no hubo ocasiones reseñables, pero sí que ninguno de los conjuntos tiró en ningún momento la toalla, buscando la victoria hasta el pitido final que indicaba que se llegaba a la lotería de los penaltis. Musha falló el cuarto penalti para el equipo ‘ché’ para que Miranda, un canterano bético, marcara el gol definitivo que le otorgaba al Betis la Copa del Rey 17 años después, así como la plaza para Europa League y la Supercopa de España del año que viene. Sevilla y el beticismo están de fiesta y nadie se lo puede perder, Joaquín pasa lista.