REAL MADRID: EL RETORNO DEL REY

by Ramón García

Madrid, 4 de mayo de 2022

El Real Madrid vence por 3-1 al Manchester City en la vuelta de semifinales de Champions League y se clasifica para la final de París, donde buscará su 14ª Copa de Europa. El equipo de Pep Guardiola, que aún debe certificar el 1º puesto de la Premier League, ve como finaliza el sueño de jugar su 2º final consecutiva. No intenten entenderlo, porque la hazaña del Real Madrid pasará a los anales de su historia.

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El Real Madrid celebra con su afición (FUENTE: EL ESPAÑOL)

Como si de una cita con la historia se tratara, en los aledaños del Santiago Bernabéu se agolparon multitudes dispuestas a darle un aliento a este grupo de jugadores que tanto les está haciendo disfrutar esta temporada. El primer gol del partido ya lo había marcado una afición, a los que muchos definen como indolente. El himno de la Champions League, al igual que a sus jugadores, la transforma.

El Manchester City salió al terreno de juego dispuesto a acabar con una épica, que ya podíamos comenzar a catalogar como rutina. Bernardo Silva y De Bruyne, pronto demostraron que los citizens también querían estar en París. Especialmente el portugués, que controló el partido como si no costara domar a la fiera que viste de blanco. La primera parte transcurrió sin sobresaltos, ambos equipos eran conscientes que la eliminatoria solo acababa de empezar. Karim Benzema, más errático de lo habitual, y Kevin De Bruyne, con intentos lejanos desde fuera del área, tuvieron las mejores ocasiones de ambos equipos en los primeros 45’.

El Real Madrid comenzó la segunda parte, conocedor de la magnitud de su gesta. La defensa blanca, con unos imperiales Militao y Nacho, dio un paso al frente que comenzó a ahogar la salida de balón del Manchester City. El ímpetu de los blancos le jugó una mala pasada en una presión descoordinada por la izquierda. La pelota fue a caer a Bernardo Silva, que ejerció de guía en la construcción de un ataque, que Mahrez acabaría culminando desde la derecha en el 73’. Ni un ápice del Santiago Bernabéu creyó que el partido estaba acabado. La osadía del que no conoce la palabra imposible.

Falto de jerarcas pasados y de estrellas emergentes, aquel que se enfunde la camiseta del Real Madrid, debe tener el carácter y orgullo necesario para jugar en este club. Muchos Real Madrid mejores se nos vendrán a la cabeza. Pocos con el carácter que este grupo de jugadores ha demostrado durante esta edición de la UEFA Champions League. Cuando las piernas parecían fallar y la desesperación se apoderaba de hasta el último de los 60.000 presentes, Rodrygo abría un halo de esperanza en el 91’, adelantándose a toda la defensa citizen, tras un pase de Benzema.

UNA VEZ MÁS, HASTA EL FINAL

El Santiago Bernabéu se transformó en un coliseo romano, con ansía de que sus gladiadores volvieran a brindarle un nuevo combate. Dispuestos a luchar, no hay un club como el Real Madrid. Las piernas de los jugadores del Manchester City comenzaron a temblar y sus cabezas, tal vez, recordaban lo que les había ocurrido a otros que habían estado en su lugar. Rodrygo, otra vez, convirtió la imaginación en una realidad que muchos ya habían vivido. Un centro lateral de Carvajal desde la derecha fue cabeceado por el brasileño en el 93’. El remate fue suyo, el gol de todos.

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Rodrygo remata para el 2-1 (FUENTE: EL PAÍS)

El Real Madrid había provocado la prórroga en 82” y el Manchester City parecía encontrarse en una pesadilla, de la que nunca se consiguió despertar. Guardiola reunió a los suyos en el centro del campo, sabedor de que, para superar este reto, necesitarían el pundonor, del que muchos de sus equipos han adolecido. El tiempo extra fue una prolongación de la segunda mitad del conjunto blanco. Sin mucha explicación futbolística y con más corazón que cabeza, el Real Madrid sabía que era el momento de finiquitar la eliminatoria. Los cambios de Ancelotti ayudaron a convertir lo imposible en posible. Camavinga, con una madurez impropia para su edad, aplastó al centro del campo citizen, reclamando el balón como si llevara una centena de partidos en la competición. En una de sus arrancadas, Karim Benzema provocaba un penalti, que él mismo anotaría para poner el 3-1 en el marcador en el 95’. No fue su mejor partido con la camiseta blanca, pero su nombre quedará grabado junto al relato de esta noche mágica.

El pitido final del colegiado provocó un estallido en el Santiago Bernabéu. La comunión entre los jugadores y la afición era absoluta, como si de un solo latido se tratara. No lo tachen como leyenda, pues lo ocurrido esta noche, no es ni mucho menos algo ficticio. Táchenlo de historia, porque es digno de preservarlo en nuestra memoria. El Liverpool espera en París. El Real Madrid ya le ha enviado un mensaje: aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla.

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