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Madrid, 10 de marzo de 2021

LOS POLÍTICOS RESPONDEN: SERGIO BRABEZO 

Sergio Brabezo, actualmente diputado de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid y anterior concejal del Ayuntamiento de Madrid en la legislatura pasada, ve al político como un representante de la comunidad, por lo que debe tener los rasgos que la comunidad haya elegido para representar. En un repaso a la actualidad española, Brabezo se muestra descontento con el modelo económico que hay al considerar que se está dejando de atraer inversión y se expulsa a los trabajadores.

Fuente: Madridiario

Aunque valora el gesto valiente del gobierno de declarar el estado de alarma en marzo, critica que ahora el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no está liderando la crisis, no solo sanitaria sino también económica y social. Pero como parte de un partido que gobierna en la Comunidad de Madrid, defiende las medidas puestas en marcha en Madrid, sobre todo la construcción del Hospital Enfermera Isabel Zendal y el amplio dispositivo que hay establecido por toda la región para la realización de pruebas. Por todo ello, cree que en la política española aun fallan “muchas cosas”.

 

Entrevista a Sergio Brabezo. Fuente: Infoactualidad

P: En primer lugar, queríamos saber en qué momento decidió iniciarse en la política, y cuál cree que debe ser el rasgo definitorio de un político.

R: Por un lado, una cosa es el inicio político como miembro de una institución, y otro es el inicio político como una persona interesada por la política en general.

Estoy interesado por la política en general, por lo que sucedía en mí país, comunidad, mi ciudad… desde los 13-14 años, escuchando un programa de radio que se llama, que hoy sigue existiendo, aunque sus presentadores son totalmente diferentes, Hora 25, en la Cadena Ser. En ese momento estaba Carlos Llamas, que era el presentador y mi curiosidad surgió de allí. Eso me llevó a entender algo sobre la política, ya que es profundo, difícil, y cuando uno se inicia también es extraño porque es nuevo.

El segundo momento, cuando uno entra en política, fue cuando ya di un paso dentro de las instituciones. Eso fue en 2015, cuando tuve la suerte de poder formar parte, con Ciudadanos, del Ayuntamiento de Madrid, y fuimos elegidos como concejales de la capital. Así que estos fueron los dos momentos de inicio de la política.

Por otra parte, no creo que un político tenga que tener ningún tipo de rasgo concreto. El político tiene que ser un representante de la comunidad, y por lo tanto, tiene que tener los rasgos que la comunidad haya elegido para representar. No tiene que existir un prototipo, creo en la representación directa del diputado, del concejal, que desgraciadamente no tenemos en España. No existe el político mesiánico que sea un anticipo del “rey sabio” o del hombre perfecto, porque no existe. El trabajo que debe hacer un político es el de representación.

 

P: ¿Cómo han cambiado las Redes Sociales la política? ¿Afecta la sobreexposición a la hora de ocupar un cargo público? 

R: Sí afecta, evidentemente. Las Redes Sociales han cambiado mucho. En 2015 fue cuando se unió política y comunicación en redes, en España.

En otros países ya estaban instaladas completamente. Lo que pasa es que ahora hemos dado una vuelta más a todo esto, porque actualmente estamos en una pandemia que nos reduce la movilidad, las interacciones personales, cercanas y físicas. Las Redes Sociales son una manera de aproximarnos todos un poco más. Lo que estamos haciendo ahora (la entrevista), en otro momento hubiera sido personal, o en algún sitio concreto. Ahora es mediante las Redes Sociales. Como todo, tiene su parte positiva y su parte negativa. La responsabilidad y el uso que le da cada persona a las redes sociales, pues es igual que el de un cuchillo: un cuchillo nos puede ayudar a hacer una cena riquísima, disfrutarlo con nuestros seres queridos, y puede también causar grandes daños y causar una tragedia. Por lo tanto, las redes sociales, como cualquier otra herramienta, tiene su cara y su cruz.

“Hay que cuidar los sistemas, las instituciones, hay que ampliar las estructuras, y esto son cosas que no estamos haciendo”

P: ¿Falla algo en la política española?

R: Fallan muchas cosas, fallan las diferentes estructuras que no han sido cuidadas correctamente. España pasó, al igual que otros países europeos, a una democracia en el siglo pasado, y las democracias y la política tienen que cuidarse, tienen que evolucionar, tienen que ampliarse las estructuras, los formalismos.

Debe haber una Constitución más formal con respecto a cómo está funcionando en los ámbitos y reglas de juego básicas. Lo vimos por ejemplo en el artículo 155 cuando se aplicó. Había serias dudas sobre cómo aplicarlo, y eso no puede pasar. Ya no estoy hablando del ámbito material, sino del formal. ¿Cómo y cuándo se debía aplicar? ¿Qué repercusiones tiene? Eso no puede pasar en una sociedad democrática moderna. No puede ser que no sepamos cómo se tiene que aplicar un estado de alarma y lo que implica. ¿Qué derechos acaban respetándose? ¿Cuáles no? ¿Por qué, en qué momento?. Hay muchísimas cosas que están encima de la mesa y que no se han hablado.

Creo que a día de hoy la política se toma como una cosa que interesa hablar en un momento determinado. Hay muchos sistemas de poder, y el único sistema que sabemos, respetamos, que es socialmente beneficioso para una comunidad es una democracia. Hay que cuidar los sistemas, las instituciones, hay que ampliar las estructuras, y esto son cosas que no estamos haciendo.

Todo lo demás, lo que estamos viendo, son epifenómenos que tienen muy poca importancia respecto al problema original que ya hemos mencionado. Somos una sociedad muy influenciada por el posmodernismo, y eso tiene unas consecuencias que podemos ver ahora.

P: ¿Considera que en España hay polarización política?

R: No existe polarización política como agente social. Existe polarización entre políticos y entre partidos. La sociedad pide otras cosas cuando hay crisis: no buscan división ideológica, buscan soluciones a los problemas que tienen enfrente. Nos enfrentamos a dos crisis (sanitaria y económica), y la unión será necesaria para salir hacia delante.

“En España no hay polarización política (…) Existe polarización entre políticos y entre partidos”.

P: ¿Piensa que la polarización entre políticos es igual que en el resto de países?

R: Puedo hablar de los países en los que he vivido: he vivido dos años en EE.UU. y existe una polarización muy importante entre políticos. Pero en cuanto que el político no representa bien a su sociedad, el ciudadano tiene la posibilidad de echar a ese político, aunque sea del partido que vota. En EE.UU., cuando se aleja el político de lo que busca la sociedad, es fácil que acabe fuera del partido.

En otros países hay una polarización mayor, y hay otros que tienen una polarización menor.

Ahora bien, es importante recalcar que la polarización solo sucede en democracias, en otro tipo de regímenes no existe. La polarización es una consecuencia, y como cualquier otra herramienta podemos utilizarla bien, y podemos utilizarla mal. Cuando hay corrupción del sistema, aparecen nuevos sistemas como son los populismos.

 

P: Cambiando de tema: ¿Cómo valora la gestión del gobierno central durante la pandemia?

R: Primero hay que señalar lo que han hecho bien. Fue atrevido y correcto el estado de alarma. Es cierto que se activó anteriormente, pero este estado de alarma se activó en una pandemia mundial. Haber tomado la decisión de activarlo fue correcto y difícil, y al principio de la pandemia lo pudimos entender y apoyar.

¿Luego qué ha sucedido? Han sucedido las consecuencias del final del 2019: un país que sufre un desgaste económico, de empleo, de las instituciones, donde se estaba hablando de la elección de jueces por parte de políticos…

¿Ahora que vemos? No vemos al presidente del gobierno liderando esta crisis. Es una situación dolorosísima, con miles de fallecidos todos los días. Echo de menos que en una crisis como esta, no nos estemos centrando en este gravísimo problema que tenemos. Ahora solo se está hablando de un debate político en una región de España. ¿Es la prioridad? Aplaudo haber aplicado el estado de alarma, pero ¿por qué ahora no, si las circunstancias son peores? No tiene sentido, en mi opinión.

Vamos a votar en España poniendo en riesgo la salud, y la pandemia se puede expandir todavía más, y que acabe con nuestra vida, la de nuestra familia y la de nuestros seres queridos. La frivolidad ha ido imponiéndose frente a la sensatez. Veo muy distinto cómo empezó el gobierno la pandemia y cómo ha acabado ahora.

 

“Fue atrevido y correcto el estado de alarma (…) Ahora no vemos al presidente del gobierno liderando esta crisis (…) Veo muy distinto cómo empezó el gobierno la pandemia y cómo ha acabado ahora”.

 

P: Y a nivel regional, ¿cómo valora la gestión? ¿Hay alguna medida de la que están especialmente satisfechos? ¿Hay alguna de la que se arrepientan?

R: Hay que señalar lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal. Hicieron falta más rastreadores en la Comunidad de Madrid, principalmente el mes de agosto y septiembre. Hubieran sido una gran ayuda para controlar, conocer y auditar lo que estaba ocurriendo en nuestras ciudades o pueblos. En esos momentos, los datos fueron mucho mejores. En agosto y septiembre hubiera sido un momento ideal para esos rastreadores. Luego ya no tiene mucho sentido, y es cuando el testeo masivo entra en acción.

Yo destacaría dos puntos en los que la Comunidad de Madrid ha actuado de manera muy eficiente: primero, el Hospital Zendal. Se están viendo los resultados, a pesar de las críticas, y el hecho de que otras comunidades autónomas quieran copiar este sistema es el correcto, aunque ya llegan tarde, porque deberían haberse centrado en ello en los meses de agosto y septiembre. Otro punto positivo ha sido el testeo masivo. Aquí en Madrid podemos hacer testeos en farmacias, y eso ayuda a contener los contagios.

A nivel económico también se han hecho bastantes medidas importantes de ayudas a autónomos, PYMES, como el pago de la cuota de autónomos por parte de la Comunidad de Madrid, para que el autónomo no tuviera que seguir pagándolo.

Es un orgullo pertenecer a un partido que está apoyando al gobierno de la Comunidad de Madrid, y creo que estamos haciendo las cosas razonadamente bien, y seguro que se podrían haber hecho las cosas mucho mejor, desde luego.

 

P: Si Ciudadanos gobernara en solitario en la Asamblea de Madrid, ¿hubiera hecho algún cambio respecto a cómo se ha gobernado?

R: Evidentemente hubiéramos hecho otro tipo de medidas. Ahora bien, son supuestos, y como tal, no podemos decir qué hubiéramos hecho exactamente. Ahora sería muy ventajoso decir que en el mes de julio hubiéramos contratado a “x” rastreadores, o hubiéramos llamado a los militares.

Sí hubiéramos hecho las cosas diferentes, porque un gobierno en solitario es distinto a uno de coalición, pero no podría concretarte en qué hubiéramos hecho cambios.

 

P: El modelo territorial español se rige por las autonomías. ¿Debería haber mando único en sanidad cuando hay una pandemia?

R: De hecho lo hay: el mando único existe en España con el estado de alarma. El Ministerio de Sanidad tiene, como indica, la labor de coordinar, especialmente, en pandemias. Es el trabajo que debería hacer. Hemos visto distintas problemáticas en el Ministerio de Sanidad. Tendríamos que tener otro tipo de acciones en el Ministerio de Sanidad

 

P: Ahora que se acerca la Semana Santa, y con ello los desplazamientos y viajes, ¿las medidas deberían ser más o menos restrictivas que en Navidad?

R: Las decisiones políticas deben tomarse en base a los informes que tengamos de la evolución de la pandemia. A partir de esto se toman decisiones. Siempre hay riesgos en cualquier decisión que estemos tomando. Por ejemplo, la construcción de un puente tiene sus riesgos también, y tenemos que asumirlos.

En este caso, creo que la Semana Santa no va a poder ser como la hemos vivido de manera regular, no vamos a poder tener ese momento de reunión y descanso. Cuanta más movilización tengamos, más propagación del virus. Tenemos claro que las restricciones de movilidad funcionan.

“Cuanta más movilización tengamos, más propagación del virus. Tenemos claro que las restricciones de movilidad funcionan”.

P: El 2021 comenzó con la intensa borrasca Filomena, que dejó cifras récord de frío, nieve y hielo. Como antiguo responsable de medio ambiente y movilidad de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid. ¿Piensa que se gestionó correctamente por parte del ejecutivo regional? ¿Hubo previsión? ¿Tuvieron ayuda del Ministerio de Transportes?

R: Hubo previsión para lo que se esperaba, no hubo previsión para lo que no se esperó. Estamos hablando de unos datos muy impactantes para Madrid, donde vimos metros de nieve. No hay que confundir la media (50 cms de nieve), lo que significa que en otros sitios tenemos 1 metro de nieve, lo que complica las comunicaciones en una ciudad.

Vimos a gente que salió a la calle a disfrutar de la nieve porque jamás se había visto algo parecido, -cosa que era muy arriesgado, y que no se debería hacer-.

Es un hecho extraordinario, y un hecho único, y como tal uno no puede estar preparado para esto.

Además no hay que confundir sociedad con administración, y esto me está sorprendiendo bastante. La comunidad tiene a la administración o estado, el cual funciona para servir a los ciudadanos. Hay comunidades de vecinos que tenían sus calles absolutamente limpias porque habían trabajado para poder pasar por las calles, y el vecindario de al lado tenía nieve porque no se habían organizado.

Eso es nuevamente un hecho muy importante: como sociedad estamos esperando que el estado reaccione. La sociedad es la que tiene que liderar, reaccionar y pedir al estado. La sociedad es la que controla al estado, y no al revés. Pudimos ver que algunas personas estaban esperando a que la administración le resolviera el problema. Hay otras personas que ayudaron para resolver este problema, junto con la administración.

Al final me quedo con eso: ha sido un hecho extraordinario, y como tal, no se pueden extraer conclusiones sobre si se ha reaccionado bien o mal.

Yo también podría discutir si Pedro Sánchez lo ha hecho bien o mal. Barajas estaba cerrado, las quitanieves de Barajas estaban paradas mientras que Madrid las necesitaba. Fue extraordinario para todos.

A mí, lo que más me importa es que como comunidad, todos sepamos que cuando hay una crisis, hay que unirse, trabajar, servir al otro. Porque servir al otro es como servirte a ti mismo: lo que es bueno para ti, es bueno para mí. Limpiemos nuestras calles, ayudémonos, porque eso, como sociedad nos hace mejores.

“Como sociedad estamos esperando que el estado reaccione. La sociedad es la que tiene que liderar, reaccionar y pedir al estado. La sociedad es la que controla al estado, y no al revés. Cuando hay una crisis, hay que unirse, trabajar, servir al otro”.

P: En un plano más económico, sabemos que esta crisis sanitaria desemboca en una crisis económica. ¿Cómo cree que se podrá paliar esta crisis? ¿Qué planes de futuro se barajan desde Ciudadanos para mitigar esta futura y presente crisis económica?

R: Presente crisis económica, como bien indica. Nos ha quedado muy claro que a nivel económico España tiene que cambiar radicalmente. Sin compararnos con países muy distintos a nivel social y cultural, como por ejemplo Holanda; nuestros vecinos, Portugal, tienen un 6% de paro, y aquí un 14% en enero de 2020. Son 3 millones de personas paradas, se dice pronto, sin empleo. Lo decimos en tanto por ciento para no sentirnos mal. Un total de 10 millones de españoles estaban recibiendo algún tipo de pensión por parte del estado (jubilados, desempleados…).

Otro punto que creo que es fundamental es que España sigue sin tener ninguna universidad pública entre las 100 mejores del mundo. Hay que cambiar el modelo económico que tenemos. Es un modelo que prima la intervención, y ya hemos visto que cuando el estado ha intervenido no ha sabido reaccionar. Cuanta más sociedad, más crecimiento, más empleo, más salidas hay.

El camino nos lo marcan el resto de países europeos: qué tipo de mundo laboral tienen, qué impuestos, que oportunidades laborales hay, qué salarios hay...

Por ejemplo, Dinamarca siempre está dentro de los 10 países donde es más fácil crear y hacer negocios. Favorecen su creación haciéndolo de una manera clara, sencilla, fácil y ágil.

A España, más bien a sus políticos, le gusta decir que quiere ser como Dinamarca sin aplicar las medidas de Dinamarca. En economía se confunde al pensar que crear impuestos es igual a economía. Esto es como decir que Democracia es solo votar. Y no podemos confundirlo, porque en las dictaduras también se vota. En economía, los impuestos son una parte. Luego hay muchísimas otras cosas más en las que no estamos prestando atención, y esto ocurre porque prácticamente todos los partidos políticos tienen una mentalidad muy conservadora, aunque ellos se llamen a sí mismos progresistas o piensen que son “el cambio”. Pero ellos no son un cambio que mire a Europa.

La administración ya no debe ser en papel, tiene que ser 100% digital. Hay que hacer cambios fuertes y nadie los está haciendo. ¿Por qué? Nadie habla de esto, y hay que ser valiente y aplicarlo.

“En España hay que cambiar el modelo económico que tenemos. Es un modelo que prima la intervención, y ya hemos visto que cuando el estado ha intervenido no ha sabido reaccionar”.

P: Al hilo de lo que comentaba acerca de los impuestos, un tema candente de actualidad son los youtubers, que se han convertido en tendencia por su marcha a Andorra. ¿Cómo solucionaría esta problemática?

R: Me da un poco de miedo lo que estoy escuchando en algunos partidos políticos. Hay veces que parece que quieren montar un muro, que los youtubers no deberían marcharse y deberían pagar durante cinco años impuestos… Estoy escuchando cosas que me dan miedo. La libertad personal… Es que el estado es una herramienta de la sociedad, no al revés, y aquel que se crea lo contrario nos está llevando a tiempos muy oscuros del pasado con ese tipo de reacción.

¿Cómo actuar? Hay que ser francos y sinceros, la honestidad en economía creo que por parte de muchos no se está dando cuando se habla de los problemas que tiene el país. España está dejando de atraer inversión y expulsa a sus trabajadores, y es que esa es la realidad. Y esto ocurre con los youtubers, que son un caso excepcional, y tiene poca relevancia en unos presupuestos estatales.

Lo que subyace con esto es la imposición de lo que unos creen que es el estado: tiene que ser omnipresente y tiene que coartar la libertad a otras personas, y también me parece que es esa forma de pensar conservadora defiende la tesis de “yo lo estoy haciendo bien, que cambien los demás”.

Estamos expulsando a gente, esa es la verdad. Los expulsamos porque si tenemos unos impuestos altos, lo que vamos a hacer es expulsar a la gente si no ve que esos servicios repercuten en la sociedad. ¿Y cómo no lo ven? Cuando un sistema de pensiones está quebrado, ¿por qué una persona va tener que seguir apoyando ese sistema si no cree en él? La libertad de una persona consiste en poder decir: “me voy a ir a otro sistema donde considere que sí lo están haciendo bien”. Porque aquí estamos hablando de que son personas que se van a vivir a otro país, estamos expulsando a gente, y nos tenía que hacer reflexionar.

Tenemos que ser atractivos económicamente, mirar a Europa, ser modernos, estar digitalizados, tener unos impuestos no confiscatorios, tener unas cuentas saneadas, tener un sistema de pensiones que funcione y no esté quebrado, tener una sanidad que esté coordinada y organizada, tener una educación que sea de élite.

 

“España está dejando de atraer inversión y expulsa a sus trabajadores (…) Lo que subyace con esto es la imposición de lo que unos creen que es el estado: tiene que ser omnipresente y tiene que coartar la libertad a otras personas (…) Tenemos que ser atractivos económicamente, mirar a Europa”.

 

P: No nos gustaría despedirnos sin hablar del tema de Cataluña, ya que los catalanes van a acudir (la entrevista se realizó el 12 de febrero de 2021) a votar para elegir al nuevo presidente. En primer lugar, que se celebren las elecciones en Cataluña, ¿es más positivo o negativo para la región?

R: Es una pregunta interesante, es para discutir de manera profunda. La democracia nunca debe parar aunque estemos en una pandemia. Pero, nuevamente, la democracia no es solo votar, es mucho más que eso, por suerte. Votar es una parte fundamental, y no era el mejor momento para votar debido a las cifras de la pandemia, pero eso no quiere decir que no se pueda mejorar la democracia.

Hubiera sido un momento excepcional para tener un poder judicial separado de las manos de los políticos, y eso hubiera hecho a nuestra democracia más fuerte. ¡Qué gran momento hemos perdido para trasladar las elecciones a otra fecha en la que haya una menor incidencia de coronavirus! ¡Qué gran momento hemos perdido para que nuestras instituciones sean de mayor calidad, que sean mejores y que nos representen a la ciudadanía!

Es una situación delicada, pero creo que este camino no se ha explorado, y hubiera sido una gran respuesta democrática.

“No era el mejor momento para votar (14F) (…) Hubiera sido un momento excepcional para tener un poder judicial separado de las manos de los políticos, y eso hubiera hecho a nuestra democracia más fuerte”.

P: Y en un momento en el que se está apostando por la transición al mundo tecnológico, ¿qué le parece que haya mítines presenciales?

R: Me parece de una irresponsabilidad total. Si tenemos municipios confinados pero se le permite a las personas de esos municipios asistir a mítines, ya lo dice todo. Es el posmodernismo en el que vivimos, en el que “todo vale”, y al final lo único que importa es el poder, el ejercicio del poder, y la obtención del poder. Esto lo estamos viendo en su máxima expresión.

Estamos viviendo un posmodernismo total, en el que no importa poner en riesgo a la demás gente, siempre y cuando, a cambio exista la obtención del poder. Me parece terrible llevar a la gente a manifestaciones, concentraciones o mítines, en medio de una pandemia tan dura como esta.

“(En relación a Cataluña) En unas economías globalizadas hablar de independencia… eso de naciones-estado a lo “Napoleón”, creo que ha quedado muy atrás. Prefiero creer en las personas”.

P: Todos los escenarios y sondeos hablan de un escenario en el que el pacto es necesario. ¿Conoce cuál o cuáles serían los socios prioritarios de Carlos Carrizosa para ser Presidente de Cataluña?

R: Primero de todo, al menos mi modo de ver, yo cuando me presento a unas elecciones, salgo a ganar, no salgo a pensar en pactos. Yo diría a todos los votantes que quieran la unión en vez de la segregación, que quieran coherencia y seguridad en las calles, que quieran vivir tranquilos… que unifiquen su voto en Ciudadanos. Esto ya no se trata de una ideología concreta, se trata de que estamos viendo agresiones en las calles por pensar diferente. A mí me puede gustar más o menos lo que diga un partido, podemos estar muy alejados o muy aproximados, pero son personas que pueden cambiar de forma de pensar, o no.

Hay que respetar la ideología de cualquier persona y hay que sacar la ideología de una televisión pública -en el caso de que tenga que existir-, porque hoy en día, cuando hay redes sociales con más peso que la televisión, que tengamos que tener televisiones públicas a tutiplén en todas las comunidades autónomas, y además una televisión central.

Es que no es un problema catalán, es un problema español, y esto es fundamental. Yo soy catalán y me importa lo que está ocurriendo en Cataluña, he vivido más de 25 años allí. Por lo tanto, ¿volvemos a respetar las normas del juego?, ¿Vamos a poder hablar entre nosotros?, ¿Podemos tener unas instituciones de calidad?, ¿Podemos volver a disfrutar de nuestros amigos a pesar de que piensen completamente diferente y tengan otra ideología? ¿Qué más da? Si al final lo más importante son los principios y valores que podamos compartir, aunque sean diferentes. Pero somos personas al fin y al cabo. Y así es como se deberían enfocar las elecciones actualmente.

Al fin y al cabo, se discute por la independencia, y vi extractos del debate de anoche, y me parece incluso naif algunas cosas que se trataron.

En unas economías globalizadas hablar de independencia me suena, te paras y lo piensas… eso de naciones-estado a lo “Napoleón”, creo que ha quedado muy atrás. Prefiero creer en las personas (respetar su libertad, derechos, valores, vida, propiedad), principios como la responsabilidad, el esfuerzo; y eso es lo que hoy estamos discutiendo en Cataluña.

Por otro lado, “vamos a acabar con las comunidades autónomas”. Pues sabes que eso no lo puedes hacer porque la Constitución no te lo permite. Por otro lado, “vamos a acabar con todos los ricos que existen y van a pagar ellos todos nuestras 30 horas semanales”, seamos cabales, primero, no tienes que quitarle el dinero a nadie: tenemos que crear riqueza y no quitársela a nadie; y después, ayer se habló de crear un Amazon estatal, y es que es, cuanto menos, sorprendente la situación que estamos viviendo.

En resumen: racionalidad. Respetar valores, respetar estructuras y tener principios claros. No importa tanto el partido político, importan las personas y que se agrupen bajo unas siglas, y yo diría que esas siglas son Ciudadanos, pero que lo importante es que todo se agrupe bajo unos principios y valores de respeto, unión y de querer salir adelante, y no de generación de enemigos que hoy realmente no existen.