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Madrid, 13 de mayo de 2021

"A ver cómo os animo a bailar un chotis con distancia de seguridad, verbenas telemáticas y botellón de hidroalcohol con mascarillas”, este es el reto que se ha impuesto hoy el cineasta Santiago Segura, que ha ejercido esta tarde de pregonero de las fiestas de San Isidro; que serán -de acuerdo con la situación de la pandemia- un evento distinto al habitual.

Santiago Segura da el pregón de las Fiestas de San Isidro en la Plaza de la Villa. Fuente: María Santos (Infoactualidad)

Segura ha estado acompañado por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la vicealcaldesa, Begoña Villacís, la delegada de Cultura, Andrea Levy y la concejala delegada de Deporte, Sofía Miranda. Así como Rita Maestre y Pepu Hernández, portavoces de Más Madrid y del PSOE, respoectivamente y la edil de VOX, Aránzazu Cabello. Pero aun así, no ha faltado en su discurso una crítica a la situación de Madrid: “Mira que sufrimos: la contaminación, las obras, los alquileres, el tráfico, el desempleo. Pero aguantamos lo que nos echen porque nos gusta nuestra ciudad”.

Santiago Segura, ha inaugurado las fiestas de San Isidro en un contexto marcado por la pandemia y las pautas de la nueva normalidad. “Desescalada que se convierte en cuarta ola o tsunami si nos descuidadnos más de la cuenta” advertía Segura, que ha pedido a los madrileños que sean responsables y conscientes de los peligros de saltarse las medidas de seguridad.

El pregón ha estado cargado de humor. Segura ha querido seguir en su discurso lo que ha denominado como “bases ideales para hacer el pregón perfecto”. Siguiendo sus normas, el cómico ha tratado de “justificar su madrileñismo” hablando de su vida en Madrid, ha recordado a antiguos pregoneros como Joaquín Sabina o Almudena Grandes, y ha terminado su discurso con un fragmento de la zarzuela La Gran Vía.

La inauguración ha tenido lugar en una Plaza de la Villa cercada por vallas y policías en todas sus entradas. Solo han podido ver el acto desde el interior trabajadores públicos, como policías y jardineros, que han asistido al evento con los uniformes de servicio. Aun así, el cierre de la plaza no ha impedido que algunos vecinos viesen el pregón desde detrás de las vallas.