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Madrid, 8 de marzo de 2022

El 8 de marzo de 2020 España se tiñó de morado otro año más, la revolución feminista salió a las calles para alzar la voz en contra de las desigualdades entre mujeres y hombres, la LGTBIfobia, la prostitución o la gestación subrogada. Días más tarde de ese histórico 8M que reunió a más de 350.000 mujeres en Madrid, según datos de la Policía Nacional y de la Delegación del Gobierno, toda la población se vio obligada a quedarse en casa en un confinamiento provocado por la crisis sanitaria del coronavirus que se alargaría más de lo previsto y deseado. 

“En nuestro país, la pandemia COVID-19 se había cobrado el día 8 de marzo la vida de 17 personas y otras 589 se habían contagiado, según los datos oficiales de Sanidad. El 22 de marzo -14 días después- el número de fallecidos se había multiplicado por 100, ya eran 1.720 fallecidos y 28.572 personas se habían contagiado”

El ‘encierro’ provocó que las mujeres víctimas de violencia de género tuvieran que convivir 24 horas con sus maltratadores, lo que originó un 61% más de llamadas al 016 (el teléfono gubernamental contra el maltrato hacia la mujer). A consecuencia de la grave situación, las mujeres trabajadoras estuvieron en primera línea llevando, “todo el peso sobre sus hombros otra vez” en palabras de Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes,

 El grito feminista continúa alzando la voz, siendo muchas asociaciones, fundaciones y sindicatos las que ponen su esfuerzo para lograr la igualdad por la que tantas mujeres pelean cada día.

8M, Madrid 2020 (Fuente: El Diario)

El movimiento feminista no ha perdido fuerza y en España sigue siendo único, aunque sí se ha visto envuelto en una ‘división’ que ha llevado a convocar dos marchas diferentes en Madrid para este año 2022. La ‘separación’ de las feministas ha tomado dos corrientes con variedad de opiniones sobre la Ley Trans o la abolición de la prostitución. Por su parte, la Comisión del 8M sale a las calles en su habitual recorrido -desde Atocha hasta Colón- bajo el lema ‘Derechos para todas, todos los días’. En cambio, el Movimiento Feminista de Madrid ha elegido otro escenario para su reivindicación -Gran Vía hasta Plaza de España- con el lema ‘El feminismo es abolicionista’. Desde el Sindicato de Estudiantes, que ha convocado huelga estudiantil el 8 de marzo y que se reunirá en la Puerta del Sol, quieren dar voz a las personas trans a quienes “se está atacando como si fueran nuestro enemigo cuando son las primeras víctimas de este sistema patriarcal que nos condena a una vida de sufrimiento y marginación”, afirma Coral Latorre. Así, subraya que desde el sindicato “rechazan la campaña de la transfobia” y no comparten, en este sentido, “el mismo discurso que la extrema derecha”.

Otro cambio en el contexto del 8M 2022 es la guerra que Ucrania sufre provocada por el presidente ruso, Vladímir Putin. Por ello, desde el Ministerio de Igualdad de España se ha pedido a todas las mujeres que participen en las manifestaciones feministas que incorporen el ‘No a la guerra’ en su reivindicación. “Las revolucionarias decimos ‘no a la guerra’ y queremos denunciar el régimen de Putin que no tiene nada de progresista”, afirma Coral Latorre, así, desde el Sindicato de Estudiantes consideran “acertadas” las declaraciones de la ministra de igualdad, Irene Montero, a pesar de la “contradicción” del Gobierno que “en la práctica apoya una agenda militarista”.

VIOLENCIA DE GÉNERO AGRAVADA POR LA COVID-19

 La Federación de Mujeres Progresistas promueve un cambio en las estructuras sociales, económicas y culturales que logren una igualdad de género y la equidad entre mujeres y hombres, su presidenta, Yolanda Besteiro, asegura que en España la ley contra la violencia machista “es muy avanzada” aunque aún “falta mucho por hacer en la parte relacionada con la publicidad, la educación o a nivel sanitario”, resalta así que falta formación en muchos ámbitos.

Besteiro ha querido destacar en una entrevista a Infoactualidad, lo “sorprendente” que resulta que España sea pionera en leyes progresistas al mismo tiempo que es el país europeo que más prostitución consume, problemática de la que también habla Eva Carmona, técnica de comunicación y proyectos de la Comisión de Malos Tratos, quien mantiene “la necesidad de educar en igualdad”.

Cartel de atención a las víctimas de violencia machista (Fuente: La Moncloa)

El año 2021 se cobró la vida de 51 mujeres víctimas de violencia machista, de las cuales 7 eran menores de edad, según datos de la Delegación del Gobierno. En el mismo periodo de tiempo, se emitió en abierto por televisión la serie documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ con el testimonio de la propia Rocío Carrasco, víctima de maltrato por su expareja. La docu serie “sirvió para que muchas mujeres se identificaran como víctimas de violencia de género”, indica Besteiro considerando positiva la visibilidad de dicha realidad que generó un incremento del 41’9% de llamadas al 016. Carmona, por su parte, reflexiona acerca de la “explotación televisiva de una cuestión seria” aunque también comparte que sea “positivo hablar de ello”.

En referencia la época de confinamiento por la crisis sanitaria, Besteiro y Carmona echan la vista atrás y resaltan “la dureza de convivir con los maltratadores sin tener un desahogo y apoyo”, caracterizando la situación de una “especial vulnerabilidad”. Así, la Comisión de Malos Tratos lanzó una campaña de comunicación para explicar cómo actuar en caso de violencia de género durante el confinamiento.

UNA POLÍTICA QUE “NO ES SUFICIENTE”

El auge de la extrema derecha EN ESPAÑA se está traduciendo en un retroceso a nivel social, una ofensiva contra los derechos de las mujeres, de los inmigrantes o del colectivo LGTBIQ+. Los partidos políticos afines a una ideología conservadora, considerados de derechas, “nos quieren hacer retroceder en la historia e implantar las convenciones que tenían nuestras abuelas durante la dictadura franquista”, recalca Coral Latorre. Es un hecho que en las comunidades en las que gobierna la derecha “es prácticamente imposible poder abortar en la sanidad pública”, además, estos partidos “intentan tumbar leyes” que protegen al colectivo LGTBIQ+. El declarado ‘enemigo’ del movimiento feminista con su argumento agresivo hacia las mujeres está relacionado con el incremento de las violaciones en España -6 mujeres víctimas de agresión sexual cada día-, informa el Sindicato de Estudiantes.

Pancarta 8M de la Asamblea 8M (Fuente: Telemadrid)

El Gobierno actual, por su parte, se autoproclama el más feminista de la historia, pero “no es suficiente si no cumple con las reivindicaciones del movimiento”, dice Coral Latorre que sí celebra todos los pasos adelante positivos que se dan en política como la Ley Trans. El ámbito que más cerca toca al Sindicato de Estudiantes es la enseñanza en las aulas, por ello, solicitan una educación sexual en los centros de enseñanza para atajar la idea de muchos chicos de “el machismo no existe” como el aumento de enfermedades de transmisión sexual consecuencia de la desinformación. Además, explica con un ejemplo la falta de mujeres referentes que se enseñan en clase, solo el 7% de nombres influyentes que los alumnos aprenden son de mujeres. Latorre destaca la figura de Eleonor Marx, una mujer sindicalista que batalló contra el machismo de la que no se pronuncia su nombre en los institutos, pero sí el de su padre, Karl Marx, un solo ejemplo de cómo “el machismo impregna la educación” y de la necesidad de estudiar a escritoras o políticas referentes para el movimiento feminista como las que nombra Coral Latorre; Rosa Luxemburgo o Inessa Armand.

Por otra parte, exigen una puesta en marcha de recursos económicos y materiales necesarios para combatir la trata en la que miles de mujeres y niñas están envueltas, “una red vomitiva de la que puedan salir”. Las asociaciones piden a los políticos “medidas urgentes como la abolición de la prostitución y la pornografía”, reclama Yolanda Besteiro. La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas también exige la “prohibición de la explotación reproductiva de las mujeres”. Esta, es conocida como ‘vientres de alquiler’ además de atajar el acoso en las clínicas abortivas sumado a la regulación de los hospitales públicos para que cuenten con profesionales que garanticen el derecho al aborto.