DAVID JIMÉNEZ: “LA PRIMERA VÍCTIMA DE LA GUERRA ES LA VERDAD”
- by Ana de la Torre, Amina Ould
Madrid, 6 de abril de 2022
La guerra de Ucrania está dejando en evidencia una nueva manera de seguir los conflictos, esta vez “estamos viviendo una guerra en directo, desde miles de puntos diferentes”, según ha destacado el periodista y ex director de El Mundo, David Jiménez.
El periodista, que vuelve a las librerías con El corresponsal, novela en la que se centra en sus años como reportero de guerra, destaca la importancia de la presencia de que los periodistas en las guerras y la necesidad de que “vayan a sitios, hablen con los testigos, recojan información y, desgraciadamente, se jueguen la vida para contarnos lo que pasa”.
David Jiménez en la redacción de Infoactualidad (Fotografía: Ana de la Torre)
PREGUNTA. ¿Cuáles son las principales diferencias que ve entre la guerra actual que está teniendo lugar en Ucrania y otras guerras que haya cubierto?
RESPUESTA. Lo que más ha cambiado es la exposición inmediata a información sobre el terreno que no solo está recogida por periodistas, sino que también por ciudadanos, soldados por todo el mundo. Estamos viendo a través redes una guerra en directo desde miles de puntos diferentes.
Esto es bueno porque hay más transparencia, pero también es arriesgado en cuanto a que toda esa cantidad de información tiene que ser de alguna manera tratada profesionalmente por periodistas, verificada, comprobada, etc. En las guerras hay mucha propaganda y eso que se dice de que la primera víctima de la guerra es la verdad, es cierto. Por eso hace falta tener a gente sobre el terreno contando la guerra, y esto quizá es lo que no ha cambiado. Todavía es necesario que los reporteros vayan a los sitios, hablen con los testigos, recojan información y, desgraciadamente, se jueguen la vida para contarnos lo que pasa.
P. ¿Cómo calificaría lo que se siente al cubrir una guerra?
R. Los reporteros de guerra son personas y sienten miedo, tienen estrés, tienen angustia, sienten el horror de lo que ven. No son insensibles a lo que está pasando. Cubrir conflictos deja huellas y no es fácil. Además, luego hay que adaptarse a la vida, al regreso a la cotidianeidad de la normalidad y no siempre es sencillo. Hay que estar hecho de una pasta especial para cubrir guerras y no todo el mundo está preparado ni debería ir.
“EL MIEDO NUNCA ME DETUVO DE HACER MI TRABAJO”
P. ¿Nunca se apoderó de usted el miedo que le hiciera dar un paso atrás?
R. Cuando era un reportero joven sentía menos miedo que cuando me hice mayor. Por la misma razón que los jóvenes conducen mucho más rápido y más arriesgado que cuando son mayores. Cuando eres joven crees que nada de lo malo te va a pasar a tí y, sin embargo, luego fui viendo a compañeros que caían en el frente y fui siendo más consciente de los peligros de cubrir conflictos. Pero nunca [el miedo] me detuvo de hacer mi trabajo.
Fernando Muji, mi primer jefe en Internacional en El Mundo, decía que un periodista muerto nunca puede enviar su crónica a tiempo y es verdad. Tienes que mantener un equilibrio entre los riesgos que es inevitable tomar para recabar la información pero sin hacer locuras y ponerte en riesgo más de lo que deberías. Si el miedo te paraliza, este no es un trabajo para tí.
P. ¿Qué es lo más impactante que ha vivido como corresponsal?
R. Con casi 20 años de guerras, masacres en revoluciones, terremotos, tsunamis, muchas veces cosas que querrías no haber visto. Lo peor es la guerra porque el daño nos lo hacemos unas personas a otras y esa crueldad es más difícil de aceptar que un desastre natural o algo que ocurre accidentalmente.
Siempre me ha sorprendido la capacidad de los humanos para un día estar compartiendo un té en una terraza y al siguiente degollarse en medio de un conflicto. Eso te dice mucho de que todos llevamos el diablo dentro y que tenemos que hacer todo lo posible para que no emerja. Esa es parte del trabajo del reportero de guerra, recordarnos que todos tenemos capacidad para hacer el mal y que cuando se desmorona la civilización, la educación y la cultura, existe la posibilidad de que haya una guerra, un genocidio, una masacre, etc.
“CREO QUE, DESGRACIADAMENTE, CONSIGUIERON ARREBATARLE LO MEJOR QUE TENÍA, UNA FEROZ INDEPENDENCIA”
P. Ha comentado que cuando ha querido ejercer su derecho a informar con libertad le han echado, como pasó en El Mundo, ¿es así El Mundo un diario poco periodístico en este sentido?
R. Yo creo que en el mundo hay grandes reporteros y lo están demostrando en Ucrania estos días. Una cosa es la redacción y otra son las personas que ocupan puestos de responsabilidad, y ahí es donde yo creo que El Mundo ha caído en manos equivocadas. Cuatro directores de periódico han sido despedidos en tres años y medios dentro de una operación para domesticar un diario que, hasta entonces, había sido muy peleón con el poder.
Creo que desgraciadamente consiguieron arrebatarle lo que mejor tenía, una feroz independencia respecto a los poderes políticos y económicos. Sin embargo, esto no quita el talento a los compañeros que hacen buen periodismo. Me gusta distinguir una cosa de la otra.
P. Pepa Bueno, lleva muy poco tiempo como directora de El País, si le pudieras dar un consejo basado en su experiencia en El Mundo, ¿qué le diría?
R. Le diría que los políticos y los empresarios que tratan de impedirnos hacer nuestro trabajo, van y vienen; pero las marcas periodísticas que soportan las presiones y ejercen el periodismo con ética y valentía permanecen. A la larga, siempre es mejor apostar por la verdad. Aunque parezca que pierde muchas veces, yo soy un convencido de que en la línea final de meta se acaba imponiendo.
“EL PERIODISMO VA A CAMBIAR MÁS EN LOS PRÓXIMOS 5 AÑOS DE LO QUE HA CAMBIADO DURANTE TODO EL SIGLO ANTERIOR”
P. ¿Cuáles son las previsiones que tiene para el mundo del periodismo en los próximos años?
R. Yo creo que el periodismo va a cambiar más en los próximos 5 años de lo que ha cambiado durante todo el siglo anterior. La velocidad de transformación es tan grande que es impensable saber hacia dónde vamos, pero creo va a ser necesario aprovechar la tecnología y todo lo que venga por ese lado y mezclarlo con el viejo periodismo y su esencia en cuanto a rigor, credibilidad, contraste, fuentes… Van a triunfar los que mezclen esos dos mundos en busca del mejor periodismo.
P. ¿Qué se puede saber del proyecto de la película que se hará basada en su libro El director?
R. Me hace mucha ilusión que un libro mío vaya a ser llevado al cine y será una oportunidad de llevar la historia y la defensa de la integridad del periódicos, de la redacción y mía a un público mucho más amplio. A día de hoy tenemos ya un guión que conserva el espíritu y esencia del libro. En los próximos meses habrá que definir quienes participan directamente. Entre otras cosas, quién hace de mí ya que no me dejan hacer a mí de mí mismo.
Va a ser muy interesante, entre otras cosas, porque me está permitiendo a mí aprender del proceso de la creación de un proyecto audiovisual de esta envergadura. Ya solo por eso, merece la pena. Si además conseguimos llevar el mensaje del libro a un montón de gente que no lo ha leído, mejor todavía.
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