LAS IDENTIFICACIONES DEL YAK 42 DEBIERON SEGUIR LOS PROTOCOLOS PARA GRANDES CATÁSTROFES

El tiempo asignado y la destrucción en que quedaron, las hicieron imposibles

LAS IDENTIFICACIONES DEL YAK 42 DEBIERON SEGUIR LOS PROTOCOLOS PARA GRANDES CATÁSTROFES 

  • "Aunque supusiera emplear más tiempo para finalizarlas"

"El Ministerio de Defensa no contó con expertos en Medicina Legal, a pesar de no tener personal formado, para llevar a cabo las autopsias que se realizaron a los 62 militares españoles fallecidos en el vuelo Yak 42 en Turquía", así lo ha manifestado el doctor José Antonio Sánchez, profesor Titular del Departamento Toxicología de la Facultad de Medicina de la UCM. El Ministerio, cuyo titular era Federico Trillo "actuó con precipitación, sin idea fija, el Ejército no tenia personal suficientemente formado, podían haber elegido civiles pero eligieron militares" afirmó. "Dado el plazo de tiempo que marcaron para repatriar los cuerpos y el grado de destrucción que tenían, era imposible que se pudiera realizar correctamente la labor de identificación", concluyó.

Por su parte, Doctor Bernardo Perea, Director de la Escuela de Medicina Legal de la UCM enfatizó que, en el levantamiento de los restos tras el impacto del avión, hay que realizar "una buena cartografía de donde y como han caído, ya que eso  permite levantarlos y estudiarlos con tranquilidad en otro momento. Un error en este tramo del trabajo es prácticamente imposible de solucionar con posterioridad", afirmó. De otro modo, tal y como sucedió en la catástrofe del Yak42, "es imposible lograr una identificación", apostilló el Dr. José Antonio Sánchez.

NO SE DEBIÓ FIJAR FECHA PARA LA REPATRIACIÓN

"Cuando se produce un accidente como el del Yak 42, es absurdo plantearse un plazo, lo que hay que hacer es el trabajo, bien y hasta el final. Cada circunstancia es diferente, lo primero que se debe hacer es no fijar una fecha, porque hasta que no se empieza a trabajar no sabe lo que va a tardar", manifestó el Doctor Sánchez.

En el área de la Antropología Forense los expertos de la UCM llevan trabajando desde los años 80. Hasta los años 1995-96 todos los casos de toda España se estudiaban en este laboratorio, ya que en Antropología Forense no había formación específica, lo que acredita su experiencia en la materia.

Para responder ante las grandes catástrofes se hizo imprescindible un protocolo donde estuviese todo establecido: en qué momento actúa cada cuerpo, cuándo se hacen las rondas de identificación y quién las hace, dispositivos de los que se dispone: ambulancias, centros, centros de conservación de cuerpos…", insistió el Doctor Enrique Dorado.

LOS FORENSES TURCOS IDENTIFICARON 32 CADÁVERES, LOS DE DEFENSA, NINGUNO

Casi año y medio después de la catástrofe aérea, en octubre de 2004, el entonces Ministro de Defensa, José Bono, compareció en el Congreso de los Diputados y aseguró que "tras una cadena de obstáculos se ha logrado determinar por el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y el Consejo de Medicina Forense de Estambul que las identificaciones de cadáveres (32) realizadas por los médicos turcos fueron correctas y que los 30 cadáveres confiados a los médicos españoles han sido en todos los casos mal identificados".

Tal y como informó el Ministro Bono, en sede parlamentaria, "el día 26 de mayo llega a Trebisonda, el equipo sanitario español. A las 2 horas y 20 minutos del 28 de mayo las autoridades judiciales y el equipo forense turco, con dos generales españoles (Beltrán y Navarro), firman las actas de autopsia, examen y diagnóstico, y las de entrega y recepción de los cadáveres. A partir de ese momento, son los españoles quienes asumen la responsabilidad sobre las 62 bolsas que contienen los cadáveres de todos nuestros militares".

Se entregaron 32 cadáveres identificados y 30 bolsas numeradas pendientes de identificar. El equipo español desplazado a Trebisonda recibió instrucciones de ultimar el proceso de identificación y tramitar con urgencia el regreso a España. Por lo tanto, las autoridades militares españolas dieron por identificados los 30 cadáveres, en 3 horas y 25 minutos.

Diecisiete meses después, solo 21 de esos 30 cuerpos pudieron ser exhumados, porque los demás se habían incinerado; en tres casos, al menos, se encontraron trazas de personas diferentes a las supuestamente enterradas.

Según testimonió el forense de la Audiencia Nacional, Juan Miguel Monge Pérez, "se encontraron tres perfiles genéticos distintos en un mismo féretro". En concreto, dos piernas que no correspondían al cuerpo y que, además, calzaban números diferentes.

Los expertos recuerdan un dato: con motivo del atentado terrorista del 11-M de 2005 en Madrid, en el que hubo 191 fallecidos, participaron 70 forenses y necesitaron alrededor de 15 días de trabajo.

La base de la medicina forense consiste en saber interpretar la causa de la muerte y este aspecto no lo define ni el material genético, ni una máquina, sino el especialista a través de sus conocimientos, experiencia y el estudio. Para una ciencia que trabaja con cuerpos humanos, precisamente es el factor humano la clave del desarrollo. En ese factor, y en el bagaje atesorado, está la clave. Los cuatro expertos que nos acompañan en este primer "Café de Redacción" de Infoactualidad muestran que su área no va asociada únicamente al estudio de las circunstancias de la muerte, más bien es una gran aliada de la vida, como muestra la labor que realizan en materia de violencia de género.

Doctor Bernardo Perea. Actual director de la Escuela de Medicina Legal, que es la entidad de la Complutense que forma a los médicos especialistas en medicina legal y forense. Encargado de la sección de odontología legal y forense en su condición de médico estomatólogo.

Doctor Enrique Dorado. Médico forense, en la actualidad, como especialista en Antropología, responsable del Laboratorio de Antropología del Instituto Anatómico Forense y profesor del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de la UCM.

Doctora María José Anadón. Directora del Departamento de Toxicología y legislación sanitaria de la de la Facultad de Medicina de la UCM.Es experta en  Toxicología, con varias vertientes: experimentación animal o toxicología clínica. 

Doctor José Antonio Sánchez. Director del Museo de Antropología Médica y Forense "Profesor Reverte Coma". Profesor Titular del Departamento Toxicología de la Facultad de Medicina de la UCM.

Los expertos de la UCM, participantes en el primer Café de Redacción de Infoactualidad, han tenido una participación destacada en la investigación de otros casos de nuestra historia reciente. El vuelo de Spanair, que  sufrió un accidente el 20 de agosto de 2008 en el aeropuerto de Barajas (Madrid) y que causó la muerte a 154 personas, el accidente de Bailén en marzo de 1996, en el que 29 personas fallecieron al chocar frontalmente un autocar con un turismo que se salió de su carril, los atentados del 11 de Marzo de 2004 en Madrid, en los que el Doctor Bernardo  Perea estuvo presente; “como profesores de la Escuela, intervinimos directamente. Colaboramos durante  todo el tiempo”, asegura.

"Desde el punto de vista médico y legal  la antropología forense  realiza el estudio de restos óseos o cadáveres en mal estado, quemados, descuartizados, en estado de descomposición… En todos ellos hay que hacer estudios de identificación y estudios de patología para determinar en qué momento murió, de qué forma y en qué circunstancias", destacó el doctor Enrique Dorado


LOS NIÑOS RUTH Y JOSE SUFRIERON UNA CREMACIÓN COMPLETA

Otro de los casos en que los expertos de la UCM tuvieron un papel destacado fue en la identificación de los restos de los hermanos Ruth, de 6 años y José de 4, desaparecidos en Córdoba, y que la Policía encontró en una finca de la familia del padre (actualmente en prisión al haber sido condenado como autor material de las muertes), llamada las Quemadillas. En el caso de los hermanos Bretón, tal y como reseña el doctor Bernardo Perea, "hicimos un informe pericial que nos pidió el juez de instrucción y, básicamente, había que despejar las dudas surgidas tras la conclusión a la que habían llegado los técnicos de la Policía Nacional que aseveraban que los restos eran de pequeños animales".

"Aunque es cierto que la acción del fuego afecta de forma diferente a las estructuras del cuerpo dependiendo de la calcificación, liquido interno… era evidente que los dientes que había allí eran claramente humanos. Además, al clasificar por sus características se observaba que los dientes eran humanos (carnívoros) y no de pequeños animales (herbívoros). Nosotros no tuvimos dudas sobre la naturaleza humana de esos dientes. Lo que no fuimos capaces de aislar fue material genético con el fin de determinar que eran esos niños. Sabíamos que eran niños y que coincidían con las edades de los desaparecidos y que por el tipo de destrucción no eran huesos secos que habían sido quemados. Eran huesos con la medula interna, huesos frescos", puso de manifiesto el Doctor.

Tal y como resaltó el doctor Enrique Dorado, los cuerpos habían ardido durante horas "fue una cremación completa". Fueron bastantes horas, y con una temperatura bastante elevada. Tiempo y temperatura van unidos; pudo ser más tiempo a menos temperatura o menos tiempo a una temperatura más elevada. Normalmente las cremaciones al aire suelen oscilar entre 600-700 grados, con la mesa metálica que había junto a los restos de la hoguera  en que aparecieron los dientes y huesos calculamos que fueron unos 900 grados, pero estuvieron durante mucho tiempo y de haber estado un poco habrían terminado destruyéndolo todo", aseguró el Doctor Sánchez.

Ambos expertos destacaron que en la Facultad de Medicina de la UCM "tenemos mucha experiencia en el estudio de cremaciones porque durante mucho tiempo los arqueólogos nos han traído, urnas de la época romana y prerromana para estudiar. Por lo tanto, históricamente, 'hemos estado familiarizados con el estudio de las cremaciones'", concluyó el Doctor Perea.

 


URGE UN PROTOCOLO DE DETECCIÓN DE LA "BURUNDANGA"

La  denominada "Burundanga" es una droga que en la actualidad constituye un grave problema en nuestro país, tal y como coinciden los participantes en este Café de Redacción de Infoactualidad. Uno de los profesores del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria es el responsable del grupo que está creando un Protocolo de Detección en el Hospital Clínico de San Carlos. En las urgencias de los hospitales se está detectando un acrecentamiento de problemas derivados de esta droga.

El mayor problema con el que se encuentran los facultativos para la detección de esta droga es que la persona se despierta desorientada y, en el tiempo que tarda en orientarse y en acudir a un hospital, es posible que el tóxico haya sido eliminado de su cuerpo y por ello nunca se podrá probar el delito. La creación del protocolo pretende que cualquier persona que entre en urgencias, con un perfil similar al que se asocia a esta droga, tenga una prioridad respecto al resto para poder realizar las pruebas diagnosticas con el fin de que el tóxico no se elimine y pueda constituir una prueba judicial.

La Doctora Anadón, entre otras áreas, investiga las drogas de nuevo diseño. Anuncia que se está empezando a estudiar la tristemente conocida “Burundanga”, que se encuadra en las drogas de sumisión química. La relación directa del uso de esta droga con la comisión de delitos es total. Se usa para someter a cualquier persona con productos para cometer cualquier tipo de delito: robo, agresión sexual, entre otros.

Esta droga tiene una actividad durante una serie de horas y la persona a la que se la han administrado, al levantarse, sufre amnesia; como no recuerda nada de lo que le ha sucedido en las horas anteriores le resulta muy difícil asociarla a alguna vivencia y, claro, cuando acude a las urgencias queda poca presencia en sangre ya que se elimina rápidamente. Si se administra en una discoteca, la persona drogada es capaz recibir estímulos en un estado de seminconsciencia y además las pruebas se eliminan con rapidez. Por ello se las denomina "drogas de sumisión", afirma la Doctora Anadón . "La única finalidad de la 'Burundanga', es delictiva y premeditada, de ahí la necesidad de contar con un protocolo como el que estamos creando", concluye.

La Toxicología muestra que las denominadas "drogas de diseño" se mueven por moda desde que nacieron el LSD y las drogas psicodélicas. “La progresión es geométrica, no aritmética; es decir, cada vez hay más tipos de droga en la calle, más complejas, más personas dedicadas a diseñarlas para que tengan diferentes efectos en el consumidor”, apunta la doctora María José Anadón. "Ya no solo es una cuestión de moda sino que también influyen las preferencias a la hora de elegir, porque el abanico cada vez es más amplio. La importancia del proveedor es otro hecho a destacar: los consumidores que se habitúan a uno no suelen cambiar ya que la concentración de droga varia según dosis y puede ser inferior a la que el usa (no calmara su "mono") o puede ser muy superior a la que su cuerpo está acostumbrado corre el riesgo de sufrir una sobredosis", asegura la Doctora Anadón.

COCAÍNA, MUERTE SÚBITA A LA PRIMERA DOSIS

En el caso de la cocaína, existe la falsa creencia de que genera menos adicción. Según la Doctora Anadón, algunos consumidores "son capaces de tomarla solamente un mes al año o durante ocasiones especiales, pero el problema es que el daño que genera no es visible. La realidad es que cerebralmente destruye de la manera más drástica las neuronas.  Además, crea problemas cardiacos con mucha facilidad, tanto es así que en una primera dosis se puede dar un caso de muerte súbita o un ictus cerebral", concluye.

Se observa cómo evoluciona el consumo de las drogas, cómo van y vuelven con el tiempo. Durante los años 80 la heroína fue una auténtica plaga que se llevó por delante a mucha más gente de la que se habría podido esperar, coincidiendo además con el SIDA, y de alguna forma se pensaba que la heroína había desaparecido del panorama social porque todo el mundo era consciente del mal que podía causar. El doctor Dorado recuerda que "en aquella época se relacionaba con gente de bajo status social, sin apenas formación y desempleada, con lo cual las consecuencias no llegaron a manifestarse porque esas personas murieron antes de SIDA o sobredosis. Pero lo cierto es que no ha desaparecido y de hecho está repuntando en Estados Unidos e incluso volviendo a España, aunque ya no se consume mediante un “pinchazo”, porque eso tiene ciertas connotaciones negativas. Es un buen ejemplo de la corta memoria social que tenemos".


SIGNOS QUE HABLAN DE VIOLENCIA DE GÉNERO

Pero la Medicina Forense, tal y como ponen de manifiesto los expertos, es también "una gran aliada de la vida". Es un área que permite la identificación del maltrato y por ello se convierte en una inestimable defensa. En contra de la creencia, la medicina forense se ocupa de mucho más que de “los muertos”. En un juzgado, por ejemplo, es fundamental, pues permite el reconocimiento psiquiátrico de las víctimas o los reos, las incapacidades, las lesiones que sufren las partes… La medicina legal ocupa un amplio espacio tanto en el ámbito legal como en el universitario.

En el caso del maltrato la valoración del daño, que se basa en  ser capaz de cuantificar los daños sufridos para que la indemnización sea apropiada, es fundamental. Según el Doctor Perea "ahí el papel de la Medicina Forense es necesario. Para distinguir qué es maltrato de lo que no lo es, se imparten clases sobre cómo detectar si las contusiones que tienen las posibles víctimas han sido provocadas por un tercero. Se les da una lección completa de qué signos son sospechosos de un posible maltrato. Hay una serie de signos que hacen sospechar, el médico que advierte esa sospecha está en la obligación de hacérselo saber a un juez, el más fácil son los cardenales o hematomas en diferente estado de evolución". Los cardenales cambian de color en función del tiempo que llevan en la piel, “si una persona llega a urgencias y presenta numerosos golpes que podrían ser con muestras de que han sido infligidos en distintos días es una evidencia de maltrato”, explica el doctor Perea.

Uno de los retos, según los expertos, consiste en que es importante distinguir entre aquellas personas vulnerables como ancianos o niños de aquellas que, aun siendo vulnerables, son capaces de verbalizar su situación, como el caso de mujeres maltratadas. Valorar el daño físico es relativamente más sencillo que el psicológico. Lo primero que se hará en urgencias es preguntar al paciente cómo se ha producido la agresión… en el caso de que la persona acuse directamente a su agresor automáticamente se activará el protocolo pertinente, "pero en el caso de que la persona intente ocultar a su agresor, puede haber contradicciones en el discurso que lleven a pensar que sucede algo distinto, pero si esa persona ofrece argumentos lógicos es muy complicado saber que no está diciendo la verdad", destacan.


TECNOLOGÍAS PERO CON UN EXPERTO DETRÁS

Pero no todo lo relacionado con la medicina forense implica un suceso fatídico, una de las partes más entretenidas y divertidas del trabajo, según Enrique Dorado, es el estudio de restos arqueológicos y personajes históricos: “Nos sacan de la rutina y nos ponen en contacto con la historia y con escenarios distintos a los habituales en nuestro campo”. Quevedo y Cervantes son algunos de los restos más interesantes con los que han trabajado.

“Quevedo murió mucho mayor que la media para su época y era algo más alto que lo habitual”, cuenta entusiasmado Antonio Sánchez, quien participó en el proyecto de la identificación de los restos del ilustre, impulsado por la UCM. Sánchez siente un especial interés por esta área y narró cuán inesperado y fascinante puede ser el trabajo de un forense “la aproximación oficial era que los restos estarían en una fosa junto a 10 esqueletos, sin embargo al excavar nos encontramos con 300 individuos. Lo que iba a ser trabajo de un mes acabó siendo algo más de un año”. 

El futuro de la Medicina forense va de la mano del desarrollo tecnológico, pero más importante aún es la formación técnica. Para Antonio Sánchez, las nuevas tecnologías han facilitado mucho el trabajo, sobre todo en el caso de la identificación a través del ADN, cuyas pruebas no solo eran costosas en la década de los 90 sino imprecisas; pero insiste en que los conocimientos básicos no han de ser superados por la herramienta “detrás del aparato ha de haber alguien que piense”.

La base de la medicina forense consiste en saber interpretar la causa de la muerte y este aspecto no lo define ni el material genético, ni una máquina, sino el especialista a través de sus conocimientos, experiencia y el estudio. Para una ciencia que trabaja con cuerpos humanos, es el factor humano la clave del desarrollo.

"INVERAZMENTE IDENTIFICADOS"

La SentenciaNúm. 40/2009 de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por el  magistrado, Javier Gómez Bermúdez, condenó Vicente Carlos Navarro Ruiz como autor de un delito de falsedad en documento oficial, cometido por funcionario público en el ejercicio de sus funciones a las penas de tres años de prisión, con la accesoria de inhabilitación especial para él derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, multa de seis meses con una cuota diaria de 10 euros, y dos años de inhabilitación para el ejercicio de  funciones públicas, así como a que indemnice a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia.

Asimismo se condenó a José Ramón Ramírez García y a Miguel Ángel Sáez García  como cómplices del mismo delito, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a las penas, para cada uno de ellos, de un año y seis meses de prisión, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, y multa de tres meses con una cuota diaria de 10 euros, y un año de inhabilitación especial para el ejercicio de funciones públicas, así como a que, en el caso de no satisfacerse la indemnización por el autor, indemnicen, conjunta y solidariamente, a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia a cada uno de ellos.

El general de Sanidad, Vicente Carlos Navarro Ruiz, no llegó a entrar en prisión ya que falleció en 2010 de un cáncer de pulmón. Los comandantes sanitarios José Ramón Ramírez García y Miguel Ángel Sáez García, tampoco cumplieron la pena de privación de libertad, al ser inferiores a 2 años, asimismo el Consejo de Ministros, presidido por Mariano Rajoy les concedió a ambos el indulto parcial (20 de abril de 2012).

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