EL PSOE ACTIVA LA MOCIÓN DE CENSURA CONTRA UN RAJOY ACORRALADO POR LA CORRUPCIÓN

 

EL PSOE ACTIVA LA MOCIÓN DE CENSURA CONTRA UN RAJOY ACORRALADO POR LA CORRUPCIÓN

Madrid, 25 de mayo de 2018

La moción de censura que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) registró ayer en el Congreso de los Diputados contra Mariano Rajoy ha abierto un nuevo e impredecible escenario en la convulsa política española. La decisión de los socialistas, que justifican pedir la salida de Rajoy del gobierno por la sentencia del caso Gürtel que deja al PP, al que consideran “podrido por la corrupción”, en una difícil situación, ha sido respondida con dureza desde el Gobierno, escepticismo desde Ciudadanos, y entusiasmo desde Podemos. Toda la oposición coincide en que la situación actual es muy compleja, pero hay diferencias entre los métodos preferidos para resolverla.

Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante la prensa (FOTO: Twitter)

La situación política en España es tan volátil que el PNV, que apoyó a Rajoy para que sacara adelante los Presupuestos Generales del Estado, puede ser la llave que el PSOE utilice para que prospere la moción de censura que desaloje a los populares del gobierno de la nación.

La política española se ha convertido en un deporte de riesgo, con legislaturas más débiles que nunca, con los dos partidos gigantes que han dominado la política desde hace décadas en mínimos históricos de apoyo, con dos partidos nuevos que pujan por sustituir a los dos viejos y establecer un nuevo eje ideológico, y con una estabilidad que puede venirse abajo en cualquier momento, como en este. Nadie es capaz de predecir qué ocurrirá a partir de ahora, si esta moción se ganará o no, y el impacto que esta puede tener sobre la vida política de España.

Una moción inesperada

Todo comenzó el jueves. La sentencia sobre el caso Gürtel, esperada desde hace semanas, eclipsó todos los debates sobre la situación en Cataluña y el chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero. La dureza de la decisión de la Audiencia Nacional, que condenaba a los cabecillas del proceso a importantes penas de prisión, consideraba además al PP como responsable civil a título lucrativo y que ponía en cuestión la credibilidad del testimonio de Mariano Rajoy como testigo en el proceso, desató un auténtico terremoto. Los tres partidos de la oposición declararon ante los medios que la sentencia ponía la proa al PP, y que constataba la corrupción generalizada existente durante los años 90 y 2000 en las administraciones del partido conservador.

En el seno del PSOE, se empezó a considerar la opción de presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy como consecuencia de esta sentencia. La formación socialista no ha pasado por su mejor año, ya que la crisis de Cataluña ha convertido a Pedro Sánchez, que fue reelegido como secretario general en las primarias de mayo de 2017 defendiendo el “no es no” contra Rajoy, en muleta del presidente del Gobierno en la aplicación del artículo 155 en Cataluña y en las más duras medidas contra el independentismo. Sin embargo, las voces internas insistían en la necesidad de una acción contundente para debilitar al presidente. Desde Podemos, se informó de su predisposición a apoyar una moción sin ninguna condición. Tras un breve debate de Sánchez con su guardia pretoriana, la decisión estaba tomada. Había moción.

La moción de censura presentada por el PSOE contra Mariano Rajoy (FOTO: Twitter)

Pese a que oficialmente Pedro Sánchez consultaría a su ejecutiva antes de tomar definitivamente la decisión, pasadas las 10 de la mañana del viernes la moción de censura fue presentada en el registro del Congreso de los Diputados por varios parlamentarios socialistas. Ante los medios, explicaron que la razón por la que se había decidido finalmente esta moción era la corrupción probada por la sentencia del caso Gürtel, y la mención específica que en ella se hacía a Mariano Rajoy y a su falta de credibilidad, aunque también señalaron que, para ellos, hay motivos más que sobrados para censurar al Gobierno del PP.

Villegas, el primero en reaccionar

El seísmo político estaba servido, y los medios empezaron a buscar reacciones de los principales líderes. El primero en intervenir fue el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, que anunció que su partido no aprobaría la moción de censura, que entendían “forzada por las prisas y el oportunismo de Sánchez”, pero que exigió a Mariano Rajoy la convocatoria inmediata de elecciones. El portavoz naranja reconoció la gravedad de la sentencia del caso Gürtel, y declaró que la corrupción del PP había liquidado la legislatura. “España no puede permitirse seguir con una situación en la que el Gobierno y su presidente cada vez son más débiles por la corrupción” sostuvo Villegas.

Sin embargo, para él, la solución no pasa por apoyar la moción de censura de los socialistas, sino por convocar elecciones de manera urgente. Villegas pidió a Rajoy que convocase las elecciones, y anunció que, si el presidente no lo hace, Ciudadanos presentará una moción de censura instrumental para convocar elecciones, a pesar de que los naranjas no cuentan con los 35 diputados necesarios para poder presentar una moción. En ningún caso, anunció el secretario general de Ciudadanos, apoyará su partido la propuesta del PSOE, aunque sí pidió el apoyo socialista a una hipotética moción suya.

Villegas cerró su intervención llamando a la estabilidad, y defendiendo que había mucho en juego, realizando también una mención a Cataluña y a la extensión de los efectos del artículo 155 en materia de control de las fuerzas de seguridad, los medios de comunicación, las cuentas y la política exterior. “Necesitamos un gobierno fuerte y legitimado – defendió el portavoz de Ciudadanos – y, por tanto, creemos que es el momento de una solución democrática, de dar la voz a los españoles, de que se convoquen elecciones y los españoles puedan decidir”.

“Una moción para garantizar la gobernabilidad”

Pocos minutos después, en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, empezó la rueda de prensa del secretario general socialista Pedro Sánchez. Su deseo era explicar los motivos y el propósito de la moción de censura, una moción que el líder socialista explicó que era para garantizar la gobernabilidad, y con la voluntad de convocar elecciones, pero no inmediatamente. Una moción constructiva, cerrando la puerta a la idea de moción instrumental para convocar elecciones propuesta por Ciudadanos, y que, de triunfar, traería un gobierno monocolor del PSOE.

Sánchez también informó de que no cierra la puerta a ningún apoyo que pueda conseguir para el triunfo de esta moción de censura, en clara referencia a los independentistas, con los que el líder socialista ha sido particularmente duro en las últimas semanas, a raíz de la elección como presidente de la Generalitat de Quim Torra, a quien el secretario general del PSOE ha tachado de racista y supremacista. “Vivimos en una democracia parlamentaria” defendió el líder socialista, para después recordar que el PP se ha apoyado en los nacionalistas para sacar los Presupuestos Generales del Estado y para la elección de la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor.

La convocatoria de elecciones generales sería el siguiente paso tras el éxito de la moción de censura, informó Sánchez, aunque no sería inmediatamente, y no especificó los plazos al respecto. El secretario general socialista quiso insistir en que Rajoy es el único responsable de la alarma social generada. “El PP ha situado al país en una situación de crisis institucional de extrema gravedad. Nuestro objetivo es recuperar la dignidad de nuestra democracia con esta moción” concluyó el líder del PSOE, quien informó de que ya se había puesto en contacto con Felipe VI para comunicarle su decisión de intentar ser investido a través de esta moción de censura.

Rajoy carga contra Sánchez y no convoca elecciones

Mariano Rajoy, durante su intervención (FOTO: Twitter)

Era la comparecencia más esperada. Cuando faltaban 15 minutos para las 2 de la tarde, se anunció que Mariano Rajoy había decidido tomar la palabra y dar su opinión sobre la moción de censura presentada por los socialistas. Poco después de la celebración del Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno hizo su aparición en la sala de prensa del Palacio de la Moncloa, y empezó su comparecencia sobre una moción de censura que definió como mala para España, y mala para los españoles. Para Rajoy, Pedro Sánchez presenta esta moción porque quiere ser presidente a cualquier precio y con quien sea, y criticó que esta se haya presentado apenas 48 horas después de la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado que el presidente definió como los mejores que se han aprobado en los últimos años.

El presidente cargó duramente contra Sánchez, a quien acusó de estar buscando su lugar en la política española con esta moción después de haber sido el responsable de llevar al PSOE a los peores resultados de su historia. “Es una moción que introduce incertidumbre en el futuro de España, y que es lesiva para el futuro de sus ciudadanos, y que perjudica la recuperación económica” acusó Rajoy, que señaló que cualquier Gobierno que el PSOE quisiese liderar sería inviable, ante la complicada aritmética parlamentaria, y defendió que Sánchez “carece de autoridad moral para presentar esta moción”.

Rajoy también quiso responder a la sentencia del caso Gürtel, que, defendió, no ha condenado a ningún miembro del Gobierno. Por tanto, para el presidente del Gobierno, la moción se basa en una falsedad, la de que el PP ha sido condenado como responsable penal. Ante la pregunta de una periodista sobre su credibilidad, Rajoy quitó importancia a la mención al respecto en la sentencia de la Audiencia Nacional, y defendió que su Gobierno tiene credibilidad, al haber salvado a España de la quiebra. El presidente concluyó informando de que no convocará elecciones, porque no lo considera necesario.

Apoyo sin condiciones de Podemos

Varias horas después de la intervención de Mariano Rajoy, fue el turno de Pablo Iglesias, el último en hablar. La formación morada, que ha pasado por su particular vía crucis por toda la polémica relativa al chalet que el líder de Podemos y su compañera sentimental habían adquirido, ya había asegurado que no pondría ningún problema a Pedro Sánchez para apoyar su moción de censura. En su comparecencia ante los medios, Iglesias ha confirmado este extremo, declarando “Estamos muy satisfechos de que por fin el PSOE vaya a hacer lo que le llevamos pidiendo más de un año. Más vale tarde que nunca”. El líder de Podemos quiso dejar claro que el apoyo a la moción del PSOE es sin condiciones.

Pablo Iglesias recordó a Pedro Sánchez que tendrá que negociar, y ofreció la colaboración de Podemos para un hipotético futuro de Gobierno. Sin embargo, este apoyo podría estar supeditado a la puesta en marcha de una agenda social que garantice las pensiones, suba el salario mínimo, controle el mercado de alquiler y dialogue para la resolución de la actual crisis territorial. Para el secretario general de Podemos, desalojar a los corruptos es una prioridad que justifica este apoyo sin contrapartidas a la moción de censura que podría devolver al PSOE a la presidencia del Gobierno seis años y medio después de dejarla.

Iglesias también se ha referido a la moción de censura que su partido presentó el año pasado, y que fue rechazada al no obtener los suficientes apoyos. La situación de urgencia democrática que motivó aquella moción, ha defendido el secretario general de Podemos, es todavía más grave tras la sentencia del caso Gürtel, y que eso obliga a que la moción de censura tenga un carácter urgente. El líder de Podemos también se opuso a la idea de la moción instrumental propuesta por Ciudadanos, al entender que es necesario llevar a cabo una serie de reformas de carácter social en España antes de convocar unas nuevas elecciones. Pablo Iglesias también garantizó el apoyo de Compromís, su socio valenciano, a la moción de censura.

Técnica de una moción de censura

La moción de censura presentada por el PSOE es la cuarta desde la restauración de la democracia en 1975 y la segunda en esta legislatura. Ninguna de las tres que se han presentado hasta ahora han logrado el objetivo de censurar al Gobierno, aunque las características de cada una de ellas han sido particulares. La primera se produjo en 1980, y fue presentada por Felipe González contra un Adolfo Suárez en barrena política. En el entorno del entonces joven secretario general del PSOE, eran conscientes de que sería imposible ganar esa moción, como finalmente ocurrió. Sin embargo, González consiguió su objetivo de presentarse como un líder dinámico y renovador frente al ocaso político de Suárez, que apareció torpe y acabado frente a la pujanza de su contrincante. El resultado final fue de 152 votos a favor, la suma de PSOE, PCE, Partido Andalucista, ERC, EE, Unión del Pueblo Canario y un diputado del Grupo Mixto, y 166 en contra, los de la Unión de Centro Democrático (UCD) que acabó tumbando la moción. Dos años después, González se convirtió en presidente.

Felipe González, durante la moción de censura contra Adolfo Suárez en 1980 (FOTO: Twitter)

En su larga presidencia, el político sevillano tuvo que enfrentar una moción contra él. En 1987, el extremeño Antonio Hernández Mancha sucedió a Manuel Fraga al frente de Alianza Popular. A Hernández Mancha, que no era diputado, se le ocurrió plantear una moción de censura contra el Gobierno socialista. El resultado fue desastroso para Hernández Mancha, vapuleado dialécticamente por Alfonso Guerra, y obteniendo únicamente 67 votos a favor de su moción que, como la anterior, reforzó a Felipe González y fue letal para la campaña política de su adversario, que dejó el liderato del partido conservador dos años después, siendo sustituido por Fraga.

Tuvieron que pasar 30 años para que se celebrase otra moción de censura, presentada por Unidos Podemos contra Mariano Rajoy, y que coincidió con otra que el partido en Madrid presentó contra Cristina Cifuentes. Pablo Iglesias quiso aprovechar el enorme caos político en el PSOE para presentarse como líder de la izquierda. Sin embargo, la victoria de Pedro Sánchez en las primarias rompió sus planes, y no consiguió que el PSOE apoyase su moción. Rajoy consiguió salir reforzado, al atacar con su tradicional retranca a Pablo Iglesias, y la moción fracasó sin que Podemos lograse su objetivo. Esta nueva moción, que se produce en un momento mucho menos cómodo para Rajoy que el año pasado, podría ser la primera en triunfar.

Los escenarios posibles a partir de ahora

La moción de censura presentada por el PSOE está apoyada por al menos la décima parte de los diputados, 35, como se recoge en el Reglamento del Congreso de los Diputados. Posteriormente, deberá ser examinada por la Mesa, que se reunirá el lunes. En los dos próximos días, se podrían presentar mociones alternativas. Es la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, la que debe fijar la fecha del debate de la moción, en la que es necesario obtener la mayoría absoluta de los votos para considerar censurado al Gobierno y constituirse otro candidato.

El hemiciclo del Congreso de los Diputados, vacío (FOTO: Twitter)

El candidato a la presidencia del Gobierno es Pedro Sánchez, pese a no ser diputado, como se ha plasmado en la moción de censura presentada al Congreso de los Diputados. En estos momentos, los socialistas cuentan con 156 votos, 20 menos de los que necesita, con el apoyo de Podemos, de Compromís y de Nueva Canarias. Si Ciudadanos decidiese cambiar su voto, y apoyar la moción, esta tendría éxito, ya que sumaría 188 escaños, pero hoy por hoy, es imposible que los naranjas apoyen la moción, pese a que el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, ha abierto la puerta a la posibilidad de convocar elecciones inmediatamente tal y como pide Ciudadanos si estos votan a favor de la moción de censura.

Ello obligaría a Sánchez a buscar los veinte votos que le separan de la presidencia en otros caladeros. El voto a favor de los nacionalistas catalanes y vascos pondría al PSOE dos escaños por encima de la mayoría absoluta. Solamente con el voto a favor de ERC, PDECat y PNV podrá salir adelante esta moción de censura. Sánchez ha dicho claramente en su intervención que no rechazaría ningún voto, puesto que el apoyo de los nacionalistas sería únicamente para cambiar gobierno.

Algunos medios informan de que el PP se teme que Ciudadanos amenace con apoyar la moción de censura si Mariano Rajoy no dimite y es reemplazado por otro miembro del partido. El deseo de Ciudadanos de que Rajoy convoque elecciones anticipadas no es posible, ya que el artículo 115 de la Constitución prohíbe expresamente la convocatoria electoral con una moción de censura en marcha, pero Rajoy sí podría en cambio dimitir, lo que provocaría que, como ya ocurrió con la moción que el PSOE-M presentó contra Cristina Cifuentes, la moción decayese. Desde “El Diario”, se apunta a que el miedo en Moncloa por perder la moción es real, y la muestra de ello es que Mariano Rajoy ha anulado su viaje a Kiev para presenciar la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool tras la presentación de esta moción de censura.

Decía el humorista Rowan Atkinson en la serie de culto “Blackadder” que 24 horas en política son muy largas. Nunca más cierto que para la política española, en la que el panorama podría cambiar totalmente si esta moción de censura triunfa. Mariano Rajoy, que se creía seguro tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, podría abandonar el cargo siendo el primer presidente del Gobierno censurado. Pedro Sánchez, políticamente disminuido tras un año de bandazos, se convertiría en presidente del Gobierno de manera inesperada. Albert Rivera, la figura política del momento, quedaría en fuera de juego por este movimiento político. Todo puede pasar en las próximas semanas, que pueden ser las más importantes de la historia democrática española desde hace bastantes décadas.

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