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LA FUNDACIÓN ALTERNATIVAS PRESENTA SUS PROPUESTAS PARA LUCHAR CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

La primera mesa del encuentro, con Pere Portabella, Jesús Muñoz y Begoña de Benito (FOTO: Twitter)

FELIPE MANCHÓN CAMPILLO

La Fundación Alternativas, un think tank cuya influencia es cada vez mayor en materia de política exterior y medio ambiente, presentó en la tarde del miércoles 28 en el auditorio del Real Jardín Botánico de Madrid la edición de 2017 del “Informe sobre la Sostenibilidad en España”. Esta obra colectiva estudia la ecología en todos sus aspectos, contando para ello con la colaboración de conocedores de las diversas materias. Su publicación es especialmente pertinente, en un momento en que el cambio climático empieza a mostrar sus estragos, con un aumento imparable de la temperatura en todo el planeta. En el acto, participaron expertos y políticos que coincidieron en la urgencia de implementar una legislación relativa a la nueva situación ecológica en España que pueda comenzar a mejorar las condiciones medioambientales del país. 

Antes de que comenzasen las dos mesas de expertos, se produjo una de bienvenida, compuesta por el presidente de la Fundación Alternativas, Pere Portabella, la directora de Relaciones Exteriores de Ecoembes, Begoña de Benito, y el director del Jardín Botánico, Jesús Muñoz. Precisamente fue Muñoz el primero que tomó la palabra, agradeciendo a Alternativas por haber elegido este centro, y señalando que todo lo que se haga en materia de ecología debe estar marcado por la acción, ya que la protección, cuidado y preservación del medio natural es bueno para cualquier sociedad.

Seguidamente, Pere Portabella constató que el cambio climático, uno de los principales componentes de cualquier política ecológica en el futuro inmediato, no es ya una amenaza, sino una presencia real cotidiana instalada en el presente, el pasado y el futuro. “Llevamos 20 años arrastrando medidas, celebrando una cumbre cada 15 días para no hacer nada. Las decisiones han sido a corto plazo” afirmó el presidente de la fundación, para añadir que, mientras no se acepten reformas de calado, todo será inútil.

No hay que ser paliativo, "hay que ser radical"

Para el presidente de la Fundación Alternativas, la mayor parte de medidas que se han prolongado a lo largo de los últimos años simplemente han sido paliativas, no han buscado la acción, y han ganado un tiempo del que ya no disponemos. El cambio debe pasar por recuperar el relato. “Hay que dar sentido a las palabras – pidió Portabella – no nos vale solamente con controlar el lenguaje. El lenguaje también sirve para pensar”. Cualquier proyecto en este sentido debe basarse en el principio de la igualdad, y ser colectivo. Portabella cerró su intervención pidiendo que nadie se quedase enrocado en el miedo y la seguridad, y se atreviera a cambiar.

Cerró la mesa Begoña de Benito, en representación de la empresa Ecoembes, quien señaló que el documento que se presentaba era fantástico, y que había abordado desde una perspectiva adecuada la pluralidad de problemas. “Lo que ha cambiado con la cumbre climática de París y con la economía circular es que por fin sabemos dónde estamos. Este puede ser un primer paso fundamental” señaló la directora de Relaciones Exteriores de Ecoembes. 

Para conseguir un verdadero cambio, propuso De Benito, es necesaria la aplicación de las tres R: reducir, reutilizar, reciclar. A ellas habría que sumar también la rebelión. El tiempo se nos ha acabado, sostuvo, y hace falta movilizarse, respetando tres pilares, como son la educación, la colaboración y la innovación, y con un compromiso común para pensar cómo puede contribuirse a un cambio real. 

España, suspenso en emisiones

Después de esta breve conferencia, se constituyó la mesa con la que oficialmente se presentaría el informe, compuesta por Ana Belén Sánchez, coordinadora de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas, Begoña María-Tomé, responsable del área de cambio climático de ISTAS, Ignacio Escolar, director de “El Diario”, y Cristina Narbona, presidenta del PSOE y exministra de Medio Ambiente. El moderador fue Manuel Planelles, periodista de “El País”. 

Sánchez, como coordinadora del informe, explicó dónde se había colocado el foco este año para la elaboración del mismo. “Hemos querido analizar cómo están las tendencias mundiales de sostenibilidad – anunció – y para ello hemos estudiado el turismo sostenible, el acuerdo de París y su cumplimiento, y los factores que hacen que ciertos ciudadanos tengan una vida más sostenible”. La ponente instó al Gobierno a hacer dos reformas, la primera, la prometida ley de cambio climático que lleva años esperándose, y la segunda, una reforma fiscal verde que contribuya a la armonía.

Para Begoña María-Tomé, España tiene mucho que mejorar, sobre todo en materia de emisiones, donde es el país que más contamina de toda la Unión Europea por detrás de Chipre. Los compromisos de reducción de emisiones a los que se había llegado se han quedado en papel mojado, y nuestro país además ha aumentado las emisiones. “En 1990 éramos uno de los diez países más emisores del mundo. De esa lista, solamente nosotros no hemos reducido las emisiones” recordó.

La razón de esto es que la preservación del medio ambiente no es una prioridad política. Se ha invertido en otras materias, como las infraestructuras, con la construcción de 1,2 kilómetros diarios de autovía de alta velocidad, y no se ha desincentivado la utilización de vehículos. “No hay menos coches – afirmó María-Tomé – hay cada vez más coches y cada vez más voluminosos”. Para ella, España tiene una larga lista de deberes que comprenden elementos políticos y de otro calado, y que es urgente satisfacer.

La sombra de Trump es alargada

A Ignacio Escolar le preguntaron por el impacto que la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país del acuerdo de París. “Las consecuencias pueden ser desastrosas por el posible efecto contagio. La influencia de Estados Unidos puede ser fatal para este acuerdo” sentenció el director de “El Diario”. Para él, los negacionistas del cambio climático tienen cada vez menos argumentos, ante el aumento de las señales de que la temperatura está aumentando, como se vio en esta pasada primavera.

La mesa compuesta por Ana Belén Sánchez, Begoña María-Tomé, Cristina Narbona y Manuel Planelles (FOTO: Twitter)

Cristina Narbona, en una de sus primeras intervenciones desde que fue nombrada presidenta del PSOE, declaró que ella no era optimista ni pesimista, sino activista, y recordó que 20 estados de la unión se han opuesto a los planes de Trump, algo importante, ya que el 40% de las emisiones norteamericanas están en manos de los estados. Al mismo tiempo, Narbona no rehusó hablar sobre la anunciada oposición de su partido al Acuerdo Integral de Economía y Comercio o CETA, al señalar que genera una importante desproporción entre la protección a las empresas y a los ciudadanos, y que por eso el PSOE se abstendrá en la votación al respecto.  

Para la exministra de Medio Ambiente, no puede haber economía sin ecología, por lo cual es necesaria una transición ecológica de la economía, mediante una variable que indique si se está avanzando hacia un progreso más seguro mejor de lo que lo hace el PIB, que no observa todas las posibilidades. “El progreso no puede medirse como el movimiento del dinero de un sitio a otro. Es necesario cambiar el relato, y perseguir la transformación social y económica” propuso Narbona.

Antes de que se cerrase esta mesa, se abrió un turno de preguntas en el que se reconocieron algunos de los errores a nivel medioambiental y energético durante los últimos años. Uno de ellos es que se está muy por detrás de la hoja de ruta europea 2050, que propone una economía baja en carbono, y que se están dejando los deberes para el último momento. “No estamos hablando de hacer un sacrificio para nada, esto repercutirá en todo el mundo” recordó Cristina Narbona.

Consenso sobre una ley de cambio climático a ambos lados del hemiciclo

Arturo Larena, Belén Bajo, Ricardo García Mira, Juantxo López de Uralde y José Luis Martínez, en la mesa de cierre del encuentro (FOTO: Twitter)

Los portavoces de los cuatro principales partidos políticos en la Comisión para el Estudio del Cambio Climático en el Congreso de los Diputados fueron los últimos en intervenir, en una mesa coordinada por el periodista Arturo Larena, redactor jefe de EFE Verde. José Luis Martínez, diputado de Ciudadanos, celebró que esta comisión tenga capacidad legislativa, e instó a que la ley de cambio climático que debe salir de este grupo de trabajo sea aprobada lo antes posible. “Vamos a ser la última generación con capacidad de elegir – predijo Martínez – y tenemos una posibilidad real de marcar la diferencia con esta ley. Este tema está en el foco, y preocupa a todo el mundo”.

Para Juantxo López de Uralde, diputado de Unidos Podemos y exdirector de Greenpeace en España, la situación es muy mala porque la crisis ha sido muy grave, y los poderes económicos son cada vez más fuertes. Sin embargo, hay rayos de esperanza, con la aprobación de medidas impensables hace diez años. “El principal problema que tiene la ecología en este país es el PP, que no tiene modelo ni proyecto, e incrementa un modelo económico anti ecológico” afirmó, para después reconocer que hay una conciencia cada vez mayor de esta crisis ecológica, y que no se puede parar, ya que los avances nunca son para siempre, pero las derrotas sí, y más en este campo.

Ricardo García Mira, por parte del PSOE, afirmó que su partido no había tenido ningún problema para adaptarse a las nuevas circunstancias, y que la tendencia europea va en ese sentido. “La energía limpia también es negocio, y es factible. Debemos intensificar los debates donde más resistencia hay” defendió. Para ello, hay que empezar a dar pasos, uno de los cuales puede ser la necesidad de una ley integral de cambio climático. Sin embargo, todo debe partir de un compromiso individual para cambiar las cosas. 

Cerró el turno de palabra Belén Bajo, portavoz del PP, quien afirmó que el Gobierno presidido por Mariano Rajoy siempre ha priorizado el medio ambiente, y que se han puesto en marcha muchas políticas para intentar disminuir el problema. “Hemos conseguido que por primera vez haya dinero en caja para poder tratar el tema del cambio climático” señaló la diputada, para añadir posteriormente que ya se ha formado un grupo de trabajo interministerial para llevar a cabo en el menor tiempo posible el proyecto de ley de cambio climático y transición energética.

El cambio de rumbo es sí o sí

El turno de preguntas trajo dos desacuerdos sin importancia, pero que añadieron interés a esta parte final de la conferencia. En primer lugar, Juantxo López de Uralde acusó a José Luis Martínez y a Ciudadanos de vetar las proposiciones no de ley que van en contra de los intereses del PP, después de que este justificase su oposición al proyecto sobre el autoconsumo afirmando que podría ser recurrido al Tribunal Constitucional, y ello prolongaría su puesta en marcha sine die. 

El segundo desacuerdo fue respecto a los Presupuestos Generales del Estado para 2017, que Uralde definió como nefastos y nulos para el medio ambiente, y que Belén Bajo defendió que eran presupuestos sociales, para posteriormente atacar al representante del PSOE, al que acusó de contradecirse respecto del CETA y de otros proyectos relacionados con el medio ambiente. El acto se clausuró al finalizar esta mesa.

En su intervención, Begoña María-Tomé señalaba que, si quiere salvarse el medio ambiente, el cambio de rumbo no es una opción, sino una obligación. Esta es la idea que puede extraerse de este encuentro, en el que todos coincidieron en el diagnóstico, aunque no tanto en las soluciones. 

Diversas organizaciones encargadas de la prevención del cambio climático llevan tiempo señalando que ya es demasiado tarde, y que solamente caben cuidados paliativos. Sin embargo, otros insisten en que todavía hay tiempo. La ley propuesta por la comisión parlamentaria puede ser un primer paso, pero el verdadero cambio se producirá cuando la ciudadanía se dé cuenta del problema y empiece a ponerle soluciones.